En esta nueva mesa redonda, los expertos del Grupo de Estudio Técnico de la FIFA Esteban Cambiasso y Gilberto Silva conversan sobre la actuación de los conjuntos sudamericanos en el torneo. Abordan temas como el rendimiento de estos clubes ante algunos de los mejores equipos del mundo, los jugadores más determinantes a lo largo de la competición y cómo el Mundial de Clubes podría fomentar el nivel de competitividad en el ámbito internacional de los equipos de Sudamérica.
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La calidad técnica de los equipos sudamericanos en el Mundial de Clubes FIFA 2025™
Los expertos del GET inician esta mesa redonda hablando de lo bien que han sabido adaptarse los clubes argentinos y brasileños al altísimo nivel del torneo en comparación con sus respectivas competiciones nacionales, sobre todo en el apartado defensivo. Silva explica cómo estos equipos jugaron con una defensa muy compacta para no dar opciones a sus rivales europeos, con el objetivo de contrarrestar la posible superioridad del contrario a la contra una vez recuperada la posesión. De los seis representantes del continente sudamericano, Cambiasso y Silva destacan la actuación del CR Flamengo como única excepción a esta regla, ya que el conjunto brasileño optó por «elaborar la jugada de forma más organizada» y dar mayor relevancia a la posesión del balón. También analizan cómo, de los dos equipos argentinos, River Plate tuvo el balón más tiempo que Boca Juniors, quizá porque este último tiene un «equipo más explosivo» y, por ende, más predispuesto a esperar atrás y hacer daño al contragolpe. Silva admite que le impresionó especialmente el defensa del River Plate Lucas Martínez Quarta y destaca su capacidad para buscar los cambios de orientación verticales que permitieron a Franco Mastantuono buscar el uno contra uno, una de sus especialidades.
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La importancia de jugadores como Paulinho, delantero del Palmeiras
Cambiasso y Silva coinciden a la hora de destacar a Paulinho como uno de los jugadores sudamericanos más sobresalientes de la competición. El atacante resultó decisivo para el conjunto brasileño, que alcanzó los cuartos de final. Ante el Inter de Miami, salió del banquillo para marcar un tanto importantísimo en la remontada del Palmeiras, que se sobrepuso a dos goles en contra y logró el punto que le dio el primer puesto del grupo. Además, en los octavos de final, el jugador de 24 años marcó el tanto de la victoria contra el Botafogo que dio a los suyos el pase a cuartos. Tal y como explica Cambiasso, «hizo todo lo que cabría esperar de un mediapunta brasileño. Aportó personalidad y habilidad, además de marcar goles decisivos». Ambos expertos resaltan la influencia de Paulinho en el juego de su equipo y recalcan la importancia de contar con suplentes capaces de saltar al campo y asumir el papel de revulsivo en momentos clave de un encuentro.
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Cómo mantener el nivel competitivo en el ámbito internacional
Cambiasso y Silva señalan que uno de los principales desafíos para los clubes sudamericanos sigue siendo la disparidad financiera. A los clubes del continente les cuesta mucho retener a sus estrellas, pues tienden a fichar por clubes europeos o, más recientemente, de Arabia Saudí. En opinión de Silva, «el reto está en crear una liga potente y buscar la forma de afianzar la economía de los clubes, de manera que puedan retener a sus mejores jugadores el máximo tiempo posible». No obstante, tanto Cambiasso como Silva reconocen la influencia positiva que podría tener el Mundial de Clubes en el futuro de los clubes sudamericanos. Al tratarse de una competición internacional que brinda la oportunidad de medirse a los mejores equipos del mundo, supone un incentivo añadido para retener a los mejores futbolistas. Es posible que los jugadores retrasen su decisión de fichar por un club extranjero con vistas a disputar el Mundial de Clubes con su equipo. Como sugiere Cambiasso, esto podría ayudar a los clubes del continente a retener a sus mejores futbolistas hasta los 22 años, en lugar de perderlos a los 18. Si se aprovecha esto de forma estratégica, el Mundial de Clubes podría resultar clave a la hora de reforzar la calidad, visibilidad y sostenibilidad del fútbol sudamericano en su conjunto.