Cuando tanta gente trabaja junta durante tanto tiempo, la camaradería y la cohesión resultan decisivas para el éxito. Jürgen Klinsmann, antiguo internacional de Alemania y uno de los expertos del Grupo de Estudio Técnico de la FIFA (GET), explica en este artículo la importancia del compañerismo y el trabajo en equipo. Klinsmann ganó la Copa Mundial de la FIFA™ en 1990 en las filas de su Alemania natal y posteriormente participó en la competición como seleccionador de los combinados masculinos de Alemania y Estados Unidos. Con tamaño caudal de experiencia, es muy consciente de la importancia que tiene la dinámica de grupo en un máximo torneo.
«Acabamos de ver en el fútbol de clubes lo que siempre han demostrado las selecciones en una Copa Mundial: el equipo que consigue una cohesión sin fisuras, al que todos se adapten con una actitud positiva y la moral muy alta, puede mantener la concentración sin perder de vista el objetivo durante cuatro semanas. La experiencia ha sido totalmente nueva para algunos jugadores que nunca han participado con su selección en un Mundial.
»Entre otros, algunos integrantes del Fluminense sudamericano, que llegó a semifinales, e incluso de los finalistas, los europeos Chelsea y París Saint-Germain. Es posible que Khvicha Kvaratskhelia, el delantero georgiano del PSG, nunca juegue una final de la Copa Mundial con su combinado nacional. No obstante, ya sabe qué supone compartir cuatro semanas seguidas con los compañeros y competir partido a partido sin desconcentrarse, además de organizarse el tiempo libre para dedicar toda su concentración y energía al equipo.
»También en este sentido, el Mundial de Clubes ha sido fascinante. Los finalistas dejaron claro que el colectivo es, de lejos, más valioso que la clase individual y que las grandes figuras de un equipo. Los felicito sinceramente».
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Gestión de la plantilla
Un aspecto fundamental de la labor de un entrenador es establecer la filosofía y los principios de un equipo en el que todos sus integrantes se sientan valorados y sepan que su contribución al grupo es importante. Esta cuestión cobra especial importancia en los partidos, donde solo hay once titulares y cinco sustituciones disponibles (sin incluir los suplentes permitidos por conmoción cerebral), de manera que no toda la plantilla tendrá minutos de juego.
»Por consiguiente, la gestión del grupo es fundamental, como dejaron patente los entrenadores del PSG y Chelsea al lograr que no decayera la moral de sus equipos ni de sus delegaciones. Un técnico no dirige únicamente 25 o 26 jugadores, sino también cuerpos médicos, administradores, agregados de prensa y, actualmente, un contingente de ayudantes y profesionales de diversas especialidades. Se trata de delegaciones enormes que se encuentran bajo su responsabilidad. Luis Enrique y Enzo Maresca demostraron que es posible hacerlo bien y mantener la camaradería y una actitud positiva, y llegaron a la final con total merecimiento», ha explicado Klinsmann.
Solidaridad y táctica
Para que un grupo funcione bien, sobre todo bajo presión, el sentimiento de pertenencia al equipo es decisivo. Las planificaciones tácticas y la preparación física sirven de poco si la mentalidad individual y la colectiva no están a la par, según comenta Klinsmann.
«Todos los entrenadores, sobre todo los que llegan a cuartos, se dan cuenta de que la solidaridad del grupo es mucho más importante que determinados elementos, como ejercitar una táctica concreta o una técnica individual. Cuando se participa en una competición, lo más importante es que los jugadores trabajen por los compañeros y traten de pulir entre todos las respectivas deficiencias.
»La prioridad de un entrenador es vigilar constantemente que el colectivo se anteponga a todo lo demás. Los pequeños problemas se pueden solucionar, pero nunca se conseguirá la camaradería si, desde el principio, los jugadores no la sienten o no luchan por el compañero. Los entrenadores que consiguen mantener esta energía y positividad durante cuatro semanas, especialmente en el caso de los finalistas, merecen todos los elogios».
Repercusiones en el fútbol
Un equipo que posea esta solidaridad y positividad es capaz de convertirse en un gran referente en el fútbol, por el poder que tiene el colectivo y la fe que se profesan sus integrantes. Según Klinsmann, la exhibición de estas cualidades tendrá importantes repercusiones en los jóvenes y en los espectadores, aunque el conjunto en cuestión no gane el torneo. En el Mundial de Clubes FIFA™, muchos participantes han demostrado que la actitud de un equipo influye en la aplicación de sus tácticas y técnicas en los escenarios mundiales.
«Hay tapados que llegan de países como Nueva Zelanda o la República de Corea y se miden a los grandes de Europa y Sudamérica. Su participación resulta importantísima, porque impulsará el fútbol en sus países. Para los integrantes de aquellas selecciones que nunca disputen una Copa Mundial, esta competición podría ser la única manera de jugar en los escenarios mundiales. A partir de ahora, millones de niños tienen la posibilidad de disputar un Mundial con su club aunque no puedan hacerlo con su selección».