El Grupo de Estudio Técnico de la FIFA (GET) busca constantemente detectar innovaciones tácticas y, en este artículo, Roberto Martínez, experto del GET y seleccionador de Portugal, destaca cómo el entrenador del Juventus, Igor Tudor, que fue central, ha reinventado el puesto y lo ha llevado a una nueva dimensión durante el Mundial de Clubes FIFA 2025™.
«La idea del entrenador de utilizar los centrales para obtener una ventaja táctica en el último tercio, con equilibrio, es brillante, pero también arriesgada. La incorporación de los dos centrales al ataque genera superioridad en las bandas y abre líneas de pase insospechadas en el último tercio. Este concepto convierte su función en el eje del juego del equipo en zonas del campo en las que no esperas que estén cuando atacan», añade.
Rendimiento ofensivo de los centrales
Lo más llamativo del planteamiento del Juventus, que adoptó un 3-4-3 frente al 5-3-2 del Al Ain en el primer partido, fue el énfasis, la responsabilidad y la libertad que concedió al central zurdo Lloyd Kelly (6) y al central diestro Pierre Kalulu (15) para incorporarse a la vez y llegar a los dos extremos de la zona de ataque.
«Con la posesión, tanto Kelly como Kalulu se encargaron de generar superioridad numérica en las bandas y, lo que resulta aún más sorprendente, en el último tercio —explica Roberto Martínez—. Mediante cambios de orientación, los centrales y los centrocampistas intercambiaron posiciones en las dos bandas y generaron superioridad sobre los carrileros del Al Ain, por lo que ambos centrales se encontraron a menudo desmarcados y pudieron intervenir en el juego en las inmediaciones del área».
Kelly y Kalulu participaron en jugadas de ataque y efectuaron recepciones de balón en el interior del área, centros, pases peligrosos y asistencias durante el partido. Lejos de responder a una idea instintiva de los jugadores, los movimientos y la participación en ataque de ambos centrales fue el reflejo de un concepto muy bien trabajado.
Roberto Martínez se vale de los siguientes vídeos para resaltar cómo los dos centrales se desplazaron por el campo desde la fase inicial e intermedia de la elaboración de la jugada y avanzaron conforme su equipo subía el balón.
«Son movimientos muy trabajados. Ambos tienen calidad suficiente como para correr con el balón y dar pases decisivos con pocos toques. Mediante un cambio de juego, los dos siguen subiendo mientras sus compañeros superan líneas y, lo que resulta más sorprendente, llegan al último tercio, donde el Juventus genera superioridad, porque el equipo defensor no espera que los centrales ocupen posiciones tan adelantadas. Está todo ensayado, se basa en principios y mecanismos de activación, y además sucede a la vez en ambos lados del campo».
Movimientos opuestos en ataque
Si bien los dos centrales se sumaron al ataque, cada uno de ellos realizó movimientos opuestos con distintos propósitos. Kelly, el central zurdo, intervino en el juego de dos maneras: corrió por fuera del carrilero rival para hacer desdoblamientos y llegó a la línea de fondo para enviar centros tensos al área. En este partido, recibió el balón nada menos que en cinco ocasiones en el área rival en jugadas con el balón en movimiento (más que ningún otro jugador) y registró once recepciones entre la línea de centrocampistas y la defensa rival.
En general, el central diestro Kalulu tendió a recortar hacia dentro y a actuar en el carril interior, en el balcón del área, para participar en el juego asociativo y crear superioridad. Su manera de ocupar los espacios permitió a Francisco Conceição moverse con más libertad en el carril exterior, donde pudo encarar a los defensores en situaciones de 1 contra 1.
La técnica de ambos jugadores para desempeñarse con semejante habilidad en estas funciones y en estas zonas del campo tan inusuales queda refrendada por el hecho de que fueron el segundo y el tercer jugador con más pases entre líneas acertados del partido (Kelly registró un 94.7 %; y Kalulu, un 94.1 %).
«La función estratégica de los dos centrales es deliberada, y el entrenador Igor Tudor les permite ser protagonistas de su estrategia. La intención de ambos es parecida, porque suben hasta la misma altura, pero las características de cada uno de ellos hacen que su eficacia y repercusión en el juego resulte algo distinta», agrega Roberto Martínez.
Intercambio de posiciones y estructura defensiva en posesión
Para permitir que dos centrales suban con confianza para jugar en el último tercio, cabe observar cómo establece el Juventus la estructura defensiva en posesión o el equilibrio en ataque. La disciplina del defensor central, Nicolò Savona (37), y su conexión con los centrocampistas fue fundamental para que esta arriesgada estrategia diera buen resultado, como explica Roberto Martínez.
«El éxito de esta táctica tiene dos pilares fundamentales. El primero, que cada vez que Kelly o Kalulu se encontraban en el último tercio, sus compañeros del centro del campo ocupaban posiciones que contribuían a mantener una sólida estructura defensiva en posesión.
El segundo, la influencia del entrenador, Igor Tudor, es muy importante, porque no le importa que sus jugadores más rezagados marquen individualmente a los delanteros rivales. Es un planteamiento valiente: los dos centrales pueden jugar con confianza en el último tercio porque saben que sus compañeros les hacen la cobertura defensiva. Son jóvenes y valientes, y eso es mérito del entrenador».
En los siguientes vídeos, vemos ejemplos del intercambio de posiciones y de los cambios de funciones que posibilitan la subida de los centrales y mantener la igualdad numérica atrás.
Resumen
En opinión de Roberto Martínez, es más factible poner en práctica este singular planteamiento táctico en el fútbol de clubes que en el de selecciones.
«La sincronización que necesita el equipo para hacer la cobertura a los dos centrales que suben o para entrenar lo suficiente como para que estos la interioricen es muy difícil de alcanzar en el tiempo de preparación del que disponemos, que normalmente es de tres sesiones para los partidos de selecciones.
Cabe destacar la influencia del técnico, Igor Tudor, sobre todo porque él jugó de central. Es habitual que los entrenadores consoliden y perfeccionen la función que desempeñaban cuando eran jugadores, pero él la está convirtiendo en una demarcación que resuelve partidos. Está llevando la función de los centrales en jugadas de ataque a una nueva dimensión».