El Chelsea debutó en el Mundial de Clubes FIFA 2025™ con una victoria por 2-0 contra el LAFC, de la MLS estadounidense. Una de las claves del triunfo del conjunto londinense fue la función que asumieron Marc Cucurella y Enzo Fernández a la hora de crear situaciones de superioridad en zonas ofensivas. Un avance de Cucurella contribuyó en gran medida al primer gol del Chelsea en el Estadio Mercedes-Benz de Atlanta, mientras que Fernández anotó el segundo tanto cuando desempeñaba la misma función que el español en la segunda mitad. Gilberto Silva, miembro del Grupo de Estudio Técnico (GET), observó el partido y explica con detalle cómo el equipo inglés ejecutó esta táctica a lo largo del encuentro. El presente artículo se basa en el análisis que llevaron a cabo el propio Gilberto y Arron Ackerman, jefe del Equipo de Análisis del Rendimiento Futbolístico de la FIFA.
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Primera parte: creación de superioridades
En los primeros 45 minutos, la misión de Cucurella de generar superioridad en zonas ofensivas fue evidente durante fases del juego en las que el Chelsea dominaba la posesión. En la elaboración de las jugadas, el internacional español abandonaba la posición de lateral zurdo y recortaba hacia el carril interior izquierdo, en dirección a la línea ofensiva de su equipo.
Sus movimientos hacia el interior fueron uno de los aspectos más destacados del primer tiempo, y cada avance suyo planteaba un nuevo rompecabezas posicional al LAFC. En algunas ocasiones, cuando Cucurella subía hasta la posición del lateral derecho rival, Sergi Palencia (14), este se desplazaba hacia el centro para marcarlo, como se aprecia en el primer vídeo. No obstante, este movimiento abría huecos para el extremo izquierdo del Chelsea, Noni Madueke (11). Cada vez que Cucurella se situaba entre la línea de centrocampistas y la zaga del LAFC, el interior derecho Timothy Tillman (11) se veía obligado a retrasar su posición. Sin duda, una tarea muy exigente físicamente para un jugador con responsabilidades en ataque.
Vigilancias defensivas: el sistema que posibilita este recurso táctico
Gilberto explica que las vigilancias defensivas del Chelsea, conformadas por un 3+2, permitió equilibrar el equipo durante la creación de situaciones de superioridad a lo largo del partido. «¿Qué posibilitó las acciones de Cucurella? El Chelsea dejó al menos cinco jugadores defendiendo. Reece James no subió demasiadas veces, de manera que el equipo siempre dejaba tres defensores atrás, además de los dos centrocampistas, que podían presionar en la zona central. Si el LAFC superaba con un pase a los dos centrocampistas, todavía quedaban tres defensores en la última línea para contener el ataque y permitir que sus compañeros se replegaran y cerraran de nuevo los espacios por el centro».
Si el LAFC atacaba el espacio que había dejado libre Cucurella en la banda izquierda, el centrocampista de contención Moisés Caicedo bajaba para hacer la cobertura. Los parámetros del análisis del rendimiento de la FIFA reflejan la implicación de Caicedo en esta labor. De hecho, el ecuatoriano fue el jugador del partido que más jugadas defensivas realizó. Además, Caicedo hizo ocho entradas, más que ningún otro jugador en los primeros seis partidos de la competición.
Segunda parte: mismo esquema, pero con jugadores de corte diferente
En el descanso, el entrenador del Chelsea Enzo Maresca sustituyó a Lavia por Fernández (8). Al cabo de unos minutos, se vio claramente que el campeón del mundo argentino iba a asumir la función de Cucurella durante las fases de posesión de su equipo, si bien comenzó desde posiciones algo más abiertas durante la elaboración de la jugada para, a continuación, avanzar hacia la zona central del ataque. Por su parte, Cucurella pasó a ocupar la posición de segundo medio de contención que ocupaba Lavia en el doble pivote del Chelsea, junto a Caicedo. Los jugadores intercambiaron posiciones, pero la táctica de crear superioridades no varió.
Pese a las similitudes tácticas entre las dos mitades, los jugadores de distinto corte que disputaron los segundos 45 minutos arrojó diferencias notables en el rendimiento, explica Gilberto.
«Cucurella pasó a jugar de 6 o de 8, junto a Caicedo, y se encargó de hacer lo mismo que Lavia, pero la diferencia entre uno y otro fue su interpretación del juego. A Cucurella le gustan los pases verticales, y leyó el partido como más le convino».
Fernández, por su parte, llegó con mucho peligro adicional desde la segunda línea, gracias a su intuición para saber cuándo irrumpir en el área. Su instinto en estas jugadas quedó patente en la jugada de su gol, como se muestra en el tercer vídeo.
«Lo más interesante fue el movimiento durante la ejecución del segundo gol. Observamos la perspicacia de un jugador habituado a jugar en esa posición. Cucurella realizó numerosos avances e intentó encontrar su sitio en esos espacios, pero cuando salió Enzo vimos lo cómodo que se siente en esa posición».