#Mundial de Clubes FIFA 2025

Intensidad defensiva en el carril central para contener a dos delanteros y dos mediapuntas

FIFA, 20-6-2025

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A menudo, los ataques por el carril central son los más peligrosos debido a su proximidad a la portería, sobre todo si consiguen romper la línea defensiva. Cuando el equipo atacante busca el espacio entre la pareja de centrales y los mediocentros rivales con dos delanteros centro y dos mediapuntas, ¿cómo puede defenderse su contrincante de manera eficaz?

En este artículo, el seleccionador de Portugal y miembro del Grupo de Estudio Técnico de la FIFA (GET), Roberto Martínez, analiza la férrea y disciplinada defensa del Fluminense en esta zona del campo ante el peligroso ataque del Borussia Dortmund en su primer partido del Mundial de Clubes FIFA 2025™, disputado en el Estadio MetLife de Nueva York.

«El Dortmund es muy astuto en el juego posicional y se sirve de dos delanteros centro como son [Karim] Adeyemi (27) y [Serhou] Guirassy (9). Ninguno de los dos son nueves puros, pero ambos mantienen la posición con enorme disciplina y saben ocupar el espacio entre los centrales y laterales rivales. Además, jugaron muy pegados a Julian Brandt (10), que ejerció de mediapunta, antes de sumar a otro mediocampista, Pascal Groß (13), a la ecuación.

»Sus movimientos están pensados para penetrar por el centro, con un nueve que baja a recibir y arrastra consigo al central para que Brandt o Groß aprovechen el espacio que queda libre con desmarques inteligentes. En este partido, el Fluminense optó por tapar el carril central con un marcaje al hombre ejecutado a la perfección por sus dos centrales y sus dos centrocampistas defensivos, lo que a la postre le sirvió para mantener la portería a cero», explica Martínez.

Defender la zona central con marcajes individuales

La sincronización entre los centrales del Fluminense, Thiago Silva (3) y Juan Freytes (22), y sus dos centrocampistas defensivos, Hércules (35) y Matheus Martinelli (8), resultó fundamental a la hora de limitar las opciones de pase del Dortmund por el carril central.

Tal y como explica Roberto Martínez, «el marcaje individual requiere de mucha comunicación, pero en este caso no se usó solo un marcaje al hombre. En realidad, buscaban defender la zona y pasar al marcaje individual en el momento preciso. Por eso, cuando un atacante se aproximaba al espacio cubierto por Hércules o Martinelli, estos eran capaces de tomar decisiones acertadas sobre cuándo marcar al rival, además de estar preparados en caso de que el Dortmund intentara jugar el balón con uno de sus dos mediapuntas, siempre con el objetivo de impedir que estos buscasen a sus compañeros en la delantera».

En el primer vídeo, vemos un gran ejemplo del nivel de concentración de los dos centrocampistas defensivos del Fluminense y de sus compañeros del centro de la zaga cuando siguen el balón desde la posición de bloque medio. En ocasiones, los futbolistas del Fluminense tuvieron que acercarse a la línea de pase del jugador que llevaba el balón y adelantar su posición para evitar un balón vertical que permitiese a los delanteros del Dortmund colarse a la espalda de la línea defensiva o enlazar con un mediapunta situado en la zona central. Roberto Martínez destaca su disciplina y energía, además de sus carreras sin balón para mantener bien defendido el carril central.

En el segundo vídeo, vemos que el marcaje en esta zona es agresivo; demuestra tanto sentido de la responsabilidad como una gran intensidad. En cuanto Adeyemi (27) baja al centro del campo y arrastra al centrocampista defensivo Hércules (35), el central Silva (3) sale a cubrir el espacio y Freytes (22) le hace la permuta. En cuanto un compañero busca por alto a Adeyemi, tanto Silva como Freytes lo siguen y tapan sus opciones de juego. Mientras tanto, Hércules cubre el espacio que deja Silva, y Martinelli demuestra su compromiso con un repliegue rápido desde el centro del campo.

(1/ 2) Vídeo 1: Los centrales y centrocampistas defensivos del Fluminense permanecen unidos para defender la zona central.
(2/ 2) Vídeo 2: Silva y Freytes, centrales del conjunto brasileño, sincronizan sus pasos con los de Hércules, centrocampista defensivo, para tapar los espacios por delante y por detrás de su línea defensiva.

La intensidad, clave en su estrategia

Por su parte, los delanteros centro del Borussia Dortmund buscaron retrasar su posición para recibir el balón y jugar hacia delante con sus mediapuntas, quienes se desmarcaban al espacio que dejaban los centrales al seguir a su par. Para que este sistema defensivo resulte eficaz, los centrales del Fluminense deben seguir sin titubeos a los delanteros hasta el centro del campo, con un marcaje agresivo y pegado al hombre, sin darles tiempo para bajar a recibir el balón y generar una situación de superioridad numérica.

«Cuando los centrales Silva y Freytes deciden que tienen que marcar a uno de los dos delanteros, es importante que no se queden a medias. No se trata necesariamente de que recuperen el esférico, sino de que se aseguren de que el nueve no pueda darse la vuelta y poner un pase al hueco para los demarques en diagonal de Brandt y Groß», apunta Martínez.

«La comunicación entre los centrales es muy buena, ya que se avisan si tienen que seguir a Adeyemi (27) o a Guirassy (9). Por su parte, los centrocampistas defensivos están atentos y nada los pilla por sorpresa, ni siquiera cuando el Dortmund intenta jugar con un centrocampista adicional mientras Brandt y Groß siguen buscando el desmarque desde atrás. La clave del éxito de esta estrategia defensiva es que tanto Hércules como Martinelli están preparados en todo momento para seguir esas internadas y defender los espacios por delante y por detrás de sus centrales».

En el tercer vídeo, Martínez destaca la intensidad y comunicación de la defensa del Fluminense en la fase de presión alta. El Dortmund arma la jugada desde una línea defensiva de cuatro (aunque juegan con una línea de cinco). Freytes, central del Fluminense, puede abandonar su zona para seguir a su par porque sabe que Hércules cubrirá a cualquier atacante que intente aprovechar el espacio que deja.

Vídeo 3: Freytes (22), central del Fluminense, puede seguir a su par y centrarse en su particular duelo individual porque sabe que el espacio que deja será cubierto por su centrocampista defensivo.

Repliegues en el centro del campo

Los centrocampistas del Fluminense cubrieron en todo momento las espaldas a sus centrales y defendieron las internadas desde atrás de los jugadores del centro del campo del Dortmund. Tanto el trabajo como el nivel de concentración de Hércules (35) y Martinelli (8) resultaron fundamentales, dado que el Dortmund atacó con este sistema durante todo el partido.

Roberto Martínez lo explica así: «Tuvieron que dejarse la piel, en ocasiones con carreras sin balón, para mantener la zona central defendida, sobre todo cuando sus centrales seguían a un delantero hasta el mediocampo. La comunicación y confianza que se aprecia entre los centrales y los centrocampistas defensivos resultó crucial, al igual que su nivel de disciplina a la hora de trabajar al unísono los 90 minutos».

En el cuarto vídeo, vemos un excelente ejemplo de un repliegue a gran velocidad por parte del centrocampista defensivo Martinelli. El Fluminense pierde la posesión tras un saque de banda y, en cuanto los centrales del conjunto brasileño se lanzan a tapar el ataque, Martinelli se centra en recuperar la posición que deja su zaguero para defender el espacio, lo que le permite intervenir en una acción decisiva.

Vídeo 4: En cuanto el Fluminense pierde el balón y Martinelli ve cómo sus centrales salen a tapar la jugada, el centrocampista baja de inmediato para defender el espacio.

Agresividad medida y una disciplina férrea

Otro factor clave del éxito de la estrategia defensiva del Fluminense fue su capacidad para defender sin cometer faltas en las zonas más peligrosas del carril central, a pesar de la intensidad que requiere este estilo defensivo. En los duelos cuerpo a cuerpo, supieron hacer gala de paciencia y disciplina, tal y como explica el seleccionador de Portugal.

«Tuvieron mucho cuidado con las manos y con las acciones en las que podía haber un empujón de por medio. Factores defensivos como la posición del cuerpo, la toma de decisiones a la hora de determinar cuándo pegarse al hombre y cuándo no, cuándo intentar recuperar el balón o cuándo centrarse en impedir que el jugador en posesión tocara en vertical son un auténtico arte, sobre todo cuando todo esto se consigue sin conceder tiros libres».

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