De 8 a 12 años: Sesiones para trabajar una vez a la semana

A edades tempranas, los jugadores están en proceso de desarrollar tanto sus competencias técnicas como su afición al fútbol. Los entrenadores, por su parte, se enfrentan al desafío de encontrar el equilibrio entre el trabajo estructurado y el componente lúdico, especialmente cuando el tiempo disponible es limitado.

En esta nueva entrega de la serie sobre fundamentos del entrenamiento de fútbol base, Stanley Gardiner presenta un marco práctico para entrenadores que trabajan con estas categorías de edad y que solo disponen de una sesión semanal. El técnico propone tres principios básicos que permiten aprovechar al máximo estas sesiones: calentar con juegos, organizar partidillos que fomenten el movimiento y la creatividad y terminar siempre con la aplicación de lo aprendido al juego real.

A continuación, en su presentación en vídeo, Gardiner explica cómo sacar el máximo partido a una sesión de entrenamiento semanal con ejercicios entretenidos, motivadores y útiles. Seguidamente se incluye un resumen escrito y tres actividades adaptadas a estas edades que ayudarán a los entrenadores a desarrollar las competencias de los jugadores y a inculcarles la pasión por el fútbol.

Un calentamiento entretenido crea una dinámica positiva para el resto de la sesión y puede ser muy útil para que los jugadores desarrollen habilidades clave en su entrenamiento semanal. En esta sección, Gardiner explica por qué es importante empezar con actividades que sean entretenidas, competitivas y siempre con balón.

• Crear un ambiente de diversión: organizar un calentamiento entretenido permite captar la atención de los jugadores desde el principio y crear un buen ambiente de trabajo para el resto de la sesión.

• Fomentar la competitividad: introducir elementos de competitividad sana en los calentamientos sirve para evitar la monotonía, motiva a los jugadores y favorece que se impliquen a lo largo de la sesión.

• Trabajar siempre con balón: en sesiones semanales, es fundamental que los entrenadores se aseguren de que los jugadores están en contacto con el balón el mayor tiempo posible para practicar y mejorar su competencia técnica.

Los partidillos son una forma sencilla pero eficaz de que los entrenamientos sean atractivos. Además, son útiles para que los jugadores desarrollen capacidades como el pase, el disparo o el control de balón, entre otras. En palabras de Gardiner, jugar en formatos reducidos permite a los jugadores mantenerse activos, tocar balón con frecuencia y expresarse.

• Las competencias fundamentales se trabajan en todo momento: los partidos reducidos permiten a los jugadores practicar capacidades técnicas como el pase, el disparo, la conducción y el regate, entre otras, en situaciones de juego real.

• Se toca balón con frecuencia: en los partidos reducidos, los niños están en constante contacto con el balón, lo que les ayuda a ganar confianza y a afrontar situaciones de juego real.

• El entrenador evitará dar excesivas indicaciones: es bueno dejar que los jugadores den rienda suelta a su creatividad durante los ejercicios, ya que así se les permite disfrutar y desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad de tomar decisiones.

Terminar la sesión con un partido permite a los jugadores poner en práctica lo aprendido en situaciones de juego real. Gardiner explica que las actividades en las que se simula el juego real hacen más entretenido el entrenamiento, asientan las capacidades adquiridas y dejan a los niños con ganas de volver a la semana siguiente.

• Broche final a la sesión: dejar a los jugadores el suficiente tiempo para disfrutar sin cortapisas del juego real mantiene su interés y hace que quieran volver a la semana siguiente.

• Ofrecer siempre comentarios positivos: el entrenador debe reconocer y elogiar el esfuerzo de sus jugadores para reforzar su confianza y comodidad en el campo y para inculcarles la pasión por el fútbol.

• Rotar posiciones: la rotación de posiciones permite a los jugadores ejercer funciones tanto de ataque como de defensa, lo que les ayuda a comprender mejor el juego en su conjunto.

Para aprovechar al máximo una sesión semanal es fundamental crear un ambiente que motive a los jugadores a aprender y estimule las ganas de volver. De la presentación de Gardiner se deducen las siguientes conclusiones que ayudarán a los entrenadores a planificar sesiones eficaces y atractivas cuando el tiempo es limitado:

• La diversión es esencial: si solo se puede entrenar una vez por semana, es prioritario que los jugadores se diviertan, dado que así aprenderán más fácilmente.

• Las actividades se centrarán en el balón: todas las actividades de la sesión estarán orientadas a que los jugadores toquen mucho el balón, por lo que son recomendables los ejercicios analíticos y los partidillos.

• Los comentarios serán siempre positivos: los entrenadores deben mostrar entusiasmo hacia los jugadores, y fomentar que sean creativos y se expresen libremente en el campo para crear buen ambiente.