En esta entrega de la serie Fundamentos del entrenamiento de fútbol base de la FIFA, la Dra. Jené Baclawski explica cómo los entrenadores de fútbol base pueden mejorar la habilidad para el remate de los más pequeños a partir de la repetición, la competitividad y la progresión gradual de ejercicios sencillos a partidos en espacio reducido. Su planteamiento motiva a los jugadores de entre cuatro y ocho años a aprender a golpear el balón, desarrollar su técnica y mejorar su precisión de cara a puerta.
En la siguiente presentación, Jené Baclawski subraya cómo los entrenadores de fútbol base pueden diseñar sesiones de disparo eficaces. Al término de la presentación, Baclawski comparte tres consejos y ejemplos prácticos adaptados a cada edad. Los técnicos pueden utilizarlos durante los entrenamientos a fin de desarrollar el remate de los jugadores, sin complicar demasiado el proceso de aprendizaje en esta etapa tan importante de los pequeños en el fútbol.
Primer principio: Empezar por lo más sencillo
Se recomienda empezar con ejercicios fáciles pero eficaces que les permitan ganar confianza a la hora de golpear el balón y pulir su técnica sin ninguna presión. En esta sección, Jené explica cómo los entrenadores pueden ayudar a los más pequeños a aprovechar al máximo los ejercicios de remate más básicos:
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Precisión antes que potencia: los jugadores pulen su técnica de cara a portería al tener que elegir precisión y colocación por encima de potencia.
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Disparos sin oposición: practicar sin defensores da libertad a los jugadores para probar distintas técnicas y ganar confianza.
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Incorporación de otras destrezas: combinar otras destrezas, como conducir el balón y pasarlo, con los disparos hará que el ejercicio sea más estimulante y favorecerá el desarrollo general.
Segundo principio: Fomentar la confianza
Cuando los jugadores se hayan familiarizado con los fundamentos de los remates a puerta, el siguiente paso consiste en incentivarlos aún más con ejercicios que despierten su interés. Aquí, Jené explica cómo la repetición, la creatividad y los elementos competitivos resultan fundamentales para desarrollar esta destreza tan importante en los niños y fomentar su confianza:
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La repetición es fundamental: resulta necesaria para desarrollar esta destreza. Por tanto, los entrenadores deben idear ejercicios que brinden a los jugadores numerosas oportunidades de rematar a portería.
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Fintar con el balón: se debe animar a los jugadores a que amaguen los remates. Esto les ayudará a ser más creativos e impredecibles.
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El factor de la competitividad: los entrenadores lograrán que los ejercicios de disparo sean aún más entretenidos si los convierten en concursos. De este modo, no solo aumentarán la intensidad, sino que mantendrán la motivación y la atención de los participantes.
Tercer principio: Incorporar juegos reducidos
El último principio de Jené es incorporar partidos en espacio reducido a la sesión, a fin de que los jugadores practiquen su habilidad para el remate en situaciones que recrean un partido de verdad. Estos partidos no solo incrementan la diversión en los ejercicios, también incentivan a los jugadores para que mejoren aspectos como la toma de decisiones, la técnica y la inteligencia táctica. Jené explica de qué manera pueden los entrenadores sacar el máximo provecho a estos partidos reducidos:
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Situaciones similares a un partido: brindar a los jugadores la oportunidad de practicar los disparos en ejercicios que simulan un partido contribuye a reducir la brecha entre el entrenamiento y la competición, un elemento fundamental para el desarrollo a una edad temprana.
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Otras destrezas importantes: los partidos en espacio reducido permiten a los jugadores practicar el remate y otras destrezas básicas muy útiles para la competición, como los pases, la conducción, la defensa, la colocación y los movimientos sin balón.
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La toma de decisiones bajo presión: los juegos reducidos cortos y dinámicos facilitan que los jugadores mejoren su capacidad para tomar decisiones bajo presión.
Conclusiones principales
Al hacer hincapié en los remates, los entrenadores de fútbol base pueden ayudar a los niños a desarrollar una destreza de suma importancia, además de su pasión por este deporte. Si están bien diseñados, los ejercicios de disparo incrementarán la confianza de los jugadores, fomentarán sus ganas de entrenar habitualmente y los mantendrán motivados. A continuación se resumen las principales conclusiones de la presentación de Jené:
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Los ejercicios de disparo, mejor si se disfrutan: el disparo es uno de los aspectos más satisfactorios del fútbol para cualquier joven jugador y, además, les permite imitar a sus ídolos.
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La repetición es fundamental para el desarrollo: a fin de desarrollar su habilidad para el remate, los jugadores deben disponer de multitud de oportunidades para disparar a puerta.
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Empezamos con ejercicios sencillos y vamos incrementando la dificultad: conviene que los jugadores se centren en la técnica antes que en la potenciapara, más adelante, ir incrementando la dificultad y el ritmo de la sesión y poner a prueba sus capacidades.