Los guardametas han dejado de ser el principal defensor de las porterías para convertirse en uno de los jugadores más importantes cuando su equipo tiene el balón.
Nuestro Grupo de Estudio Técnico (GET) asistió a todos los partidos de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Seychelles 2025™ y, como explica Angelo Schirinzi, uno de sus expertos, la función del guardameta fue tema habitual de discusión.
«Hoy en día, los guardametas son tan fiables con el balón en los pies que resultan tan determinantes como los jugadores de campo cuando su equipo tiene la posesión. Saben leer los movimientos de los jugadores y cuentan con diversos recursos para enviar el balón a la zona correcta, en el momento oportuno y con la potencia adecuada. Son capaces de pasar el balón a sus compañeros a la parte correcta del cuerpo y, lo que resulta aún más sorprendente, saben hacerlo bajo presión».
«Esta circunstancia está cambiando el fútbol playa, porque los equipos que defienden ya no pueden dejar libres a los guardametas que tienen el balón. Es algo fascinante. Han mejorado tanto que incluso vemos a compañeros que retrasan el balón a su guardameta en saques de esquina en lugar de enviarlo hacia la portería contraria. El motivo es que consideran que jugando con el portero tendrán más oportunidades de marcar», añadió.
Participación de los guardametas en goles
Los guardametas marcaron un total de trece goles durante el torneo, lo que representa un aumento de dos tantos con respecto a la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA EAU 2024™ y un récord de la competición. También dieron 39 asistencias.
El guardameta senegalés Ousseynou Faye (12) realizó 37 remates, la cifra más alta entre todos los porteros, y marcó dos goles en sus seis disparos a puerta, además de dar una asistencia. El guardameta iraní Seyed Mirjalili (1) también tuvo una gran influencia, al marcar un gol y dar siete asistencias, además de dirigir a puerta doce de sus 23 remates.
Como menciona Schirinzi, la variedad y la precisión de los pases resultan fundamentales en la influencia que tienen estos jugadores, que registran elevados porcentajes de acierto de pases en largo tanto con las manos como con los pies.
Cesiones al guardameta a saque de esquina
Una novedad interesante de este torneo fue la mayor frecuencia de situaciones de saque de esquina en las que el equipo atacante retrasó el balón a su guardameta en lugar de enviar la pelota directamente hacia la portería rival, que suele ser lo habitual.
Según Schirinzi, «marcar directamente de saque de esquina resulta cada vez más difícil debido al férreo marcaje de los defensores. Sin embargo, actualmente existe la alternativa de retrasar la pelota al guardameta si está desmarcado, ya que tiene un buen manejo del balón y está perfectamente capacitado para disparar a puerta. Antes, había equipos que recurrían a este tipo de acciones en la última fase del encuentro si iban ganando y querían manejar el cronómetro. Sin embargo, en este torneo las hemos visto usar como opción de ataque viable y eficaz para generar ocasiones de gol».
La RI de Irán fue la selección que más recurrió a esta táctica, al retrasar el balón a su guardameta en el 65.5 % de los 29 saques de esquina que ejecutó. La siguió en segunda posición Paraguay, que retrasó la pelota a su portero en el 30 % de los saques de esquina que tuvo a favor.
Sin la posesión del balón
Aunque los guardametas desempeñan una función cada vez más importante con la posesión del balón, su principal cometido sigue siendo impedir que el equipo rival marque goles. Sin embargo, si, además de evitar goles, blocan el balón para iniciar rápidos ataques, pueden resultar sumamente valiosos para su equipo.
Como explica Schirinzi, «las transiciones son muy importantes en el fútbol playa y, si un guardameta es capaz de hacerse con el balón tras realizar una parada y ponerse de pie rápidamente, puede lanzar el ataque antes de que el rival tenga ocasión de organizarse en defensa. Puesto que es mucho más difícil desbaratar una defensa organizada, estos momentos pueden resultar muy importantes, especialmente en partidos igualados».
«Sin embargo, cuando no es posible blocar el balón, los guardametas deben limitarse a realizar paradas importantes. Los porteros se emplean a fondo en los entrenamientos para mejorar su capacidad física y sus reflejos. En este torneo hemos visto paradas realmente extraordinarias, a pesar de tener que saltar desde la arena».
Evolución de la función del guardameta sin la posesión del balón
La creciente incidencia de los guardametas en la posesión acaba afectando también al guardameta del equipo que defiende. Debido a la mayor necesidad de presionar al portero cuando tiene el balón, los equipos que defienden deben liberar a un jugador de campo para ejercer dicha presión, lo cual deja sin marca a un integrante del equipo atacante. Las rotaciones defensivas pueden contribuir a paliar este problema, pero, en determinadas situaciones, los equipos buscan ahora que sea su guardameta quien marque a este jugador libre.
Schirinzi usa el siguiente vídeo a modo de ejemplo.
«A medida que se desarrolla la jugada, vemos cómo Bielorrusia libera a jugadores de campo para presionar al guardameta japonés. En varias ocasiones, esta situación deja al portero Avgustov aislado en situaciones de uno contra uno con un atacante rival. Por lo tanto, los guardametas deben ser conscientes de que es posible que tengan que marcar a un rival, a fin de que sus jugadores de campo puedan presionar el balón y ocuparse de los rivales. Los porteros deben ser capaces de reconocer distintas situaciones y colocarse de tal modo que puedan no solo proteger su meta, sino también cubrir al jugador que quede libre. También deben hacérselo saber a los defensores que tengan más cerca, a fin de que estos se encarguen de otras situaciones en defensa, con la certeza de que su portero tiene cubierto al jugador libre.
Resumen
La demarcación de guardameta ha adquirido una enorme influencia sobre el terreno de juego y conlleva importantes responsabilidades tanto con la posesión del balón como sin ella. Contar con porteros con diferentes virtudes puede ayudar a los entrenadores a aplicar cambios tácticos durante los partidos en respuesta a distintas situaciones de juego, lo que aumenta aún más la incidencia de estos jugadores. Estas cualidades pueden resultar determinantes a la hora de decidir cuándo utilizar a los guardametas y cómo hacerlo.