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Defender con presión alta: riesgos y beneficios

FIFA, 6-5-2025

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La Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Seychelles 2025™ ya está en marcha. Nuestro Grupo de Estudio Técnico (GET) analiza sobre el terreno las tendencias tácticas más interesantes del torneo. El análisis de este artículo se centra en los riesgos y los beneficios de las estrategias de presión alta observadas hasta ahora.

Dado que el fútbol playa se juega en un espacio reducido y con pocos jugadores (5 contra 5), ejercer la presión adelantada contra el guardameta adversario implica un cierto grado de riesgo. Si el portero tiene el balón en las manos, enviar a un jugador a presionarlo puede ser muy arriesgado, pues supone dejar libre a uno de los jugadores de campo rivales. El riesgo está relacionado con la capacidad del guardameta para hacer un pase de calidad con la mano hacia una zona peligrosa del terreno de juego.

Según Angelo Schirinzi, «a un portero le resulta mucho más fácil realizar un envío preciso con la mano que hacerlo con el pie, sobre todo si tenemos en cuenta que debe elevar el balón y tenerlo controlado en el aire antes de dar un pase con el pie. Sin embargo, en los últimos años hemos visto que los guardametas han adquirido un gran nivel técnico y su precisión en el pase con el pie es muy alta. Esto plantea un gran reto a los entrenadores, que deben decidir las estrategias de presión de sus equipos».

Tras la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Dubái (EAU) 2024™, nuestro equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico señaló que los porteros marcaron once goles, un nuevo récord de la competición. Además, dieron 40 asistencias y, entre todos, sumaron 408 remates a puerta. Según Matteo Marrucci, estas estadísticas indican que los equipos tienen que desarrollar estrategias de presión distintas para enfrentarse a equipos y guardametas diferentes.

«A veces, si el portero tiene el balón en las manos, el equipo rival puede dejarle que dé el primer pase. A continuación, una devolución al pie puede ser el detonante para iniciar la presión alta. También dependerá de la capacidad que tenga cada guardameta a la hora de iniciar la jugada, que se mide en función de su eficacia en la distribución del balón con la mano y con el pie. Cuando un equipo se encuentra en fase defensiva, debe evaluar numerosos factores según el tipo de portero al que se enfrenta, y más en un deporte de ritmo tan rápido como el fútbol playa», explica Marrucci.

El equipo del GET, que ha seguido las estrategias de presión desplegadas por todas las selecciones durante los primeros partidos de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Seychelles 2025™, destaca que esta fase inicial ya ha arrojado algunos datos interesantes.

En sus dos primeros encuentros, España inició un total de 40 presiones altas en bloque, lo que representa el 46.5 % del tiempo que estuvo sin la posesión del balón en la fase de bloque, la proporción más alta de las selecciones participantes. Brasil, que defiende el título y mantiene la intensidad que exhibió en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2024™ (fue el equipo que más ejerció la presión alta en bloque alto), ocupa el segundo lugar en esta faceta del juego tras los dos primeros partidos de la presente edición.

ESPAÑA: Riesgo y beneficio

Esa dualidad entre riesgo y beneficio es evidente en las estrategias de presión de la selección española. En su partido de la fase de grupos contra Senegal, vimos un ejemplo de la eficacia de su estrategia de presión adelantada.

En el primer vídeo se aprecia que los jugadores españoles recuperan su esquema defensivo 1-3-1 en cuanto el guardameta senegalés Osseynou Faye (12) recoge el balón suelto. A continuación, dejan que envíe el primer pase con la mano hacia el defensa izquierdo Ninou Diatta (2): esta es la acción que activa la presión alta de España. Cuando el balón va por el aire, el delantero español Kuman (10) describe una trayectoria curva para impedir que Diatta se lo devuelva al portero y, al mismo tiempo, le cierra los ángulos de pase. La posición del jugador español obliga a Diatta a controlar el balón con el pecho para eludir la presión, pero al hacerlo se cierra las líneas de pase hacia sus compañeros. La presión fuerza el error en el envío del futbolista senegalés y permite a España recuperar la posesión e iniciar un nuevo ataque.

Vídeo 1: El delantero español Kuman (10) inicia una presión alta con una carrera en curva.

En el segundo vídeo, España adapta su estrategia de presión y trata de impedir que el portero de Chile, Orlando Echeverría (1), juegue hacia delante con el pie. A continuación, Marrucci explica esta jugada:

«Cuando concluye el ataque, España recupera rápidamente el dibujo defensivo 1-2-2 y permite el primer pase del guardameta, con la mano, hacia la cabeza de Sebastián Bolívar (2). Ramy Saghdani (8) presiona de inmediato, pero sorprende al trazar la línea de presión hacia el propio Echeverría, anticipándose a la devolución del pase y obligando al portero chileno a controlar el balón con las manos en lugar de con el pie. Una vez el balón está en manos del guardameta, Saghdani se repliega y deja que Echeverría lance un pase largo. España despeja el balón y sus jugadores fuerzan otro pase atrás hacia el portero rival. Cuando este recibe el balón e intenta elevarlo con el pie, España vuelve a iniciar la presión, pero se repliega en cuanto ve que Echeverría lo sujeta con las manos».

Vídeo 2: Ante Chile, España demuestra tener una clara estrategia para hacer la presión alta e impedir que el guardameta chileno Echeverría (1) juegue hacia delante con el pie.

El tercer vídeo, extraído del mismo partido que el anterior, ha sido seleccionado por el GET como un buen ejemplo del equilibrio entre riesgos y beneficios que plantea esta estrategia.

En palabras de Marrucci: «El guardameta chileno Echeverría (1) tiene el balón, pero España activa la presión en cuanto intenta elevarlo para jugar con el pie. Soleiman Batis (9) se acerca rápidamente desde la posición de extremo derecho para presionar al portero. Una vez que este realiza el pase, Batis regresa para presionar a Diego Opazo (6) y, al mismo tiempo, cierra el ángulo para que no pueda jugar hacia delante y tenga que devolver el balón a Echeverría. A continuación, Batis presiona con intensidad al guardameta para obligarle a controlar y pasar el balón con la mano. Desde la perspectiva española, la estrategia de presión cumplió su objetivo».

En este punto, entra en juego el elemento de riesgo, como explica Schirinzi:

«Como entrenador, evalúas constantemente el riesgo y los beneficios de las estrategias que empleas. Como hemos visto en el segundo vídeo y en la primera parte del tercero, la intención de la estrategia de presión de España era impedir que Echeverría jugase hacia delante con el pie y obligarle a sacar en largo con la mano para recuperar así la posesión. Sin embargo, en la segunda parte del tercer vídeo, vemos que el lanzamiento del guardameta encuentra a un jugador libre en el último tercio y Chile crea una ocasión de gol muy peligrosa. Ninguna estrategia está exenta de riesgos, pero es importante tenerlos en cuenta, sobre todo a la hora de decidirse por estrategias de presión alta».

Vídeo 3: La presión alta de España cumple su objetivo, pero el riesgo que entraña este tipo de presión es evidente, ya que Chile crea una clara ocasión de gol.

BRASIL: Intensidad alta

Brasil conquistó el título en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2024™ con un juego basado en una gran intensidad, que incluía la presión alta. Y en 2025 mantiene la misma filosofía, como se puede apreciar en el vídeo 4, extraído del reñido encuentro de la fase de grupos contra Italia, subcampeona de la edición anterior.

Cuando Gianmarco Genovali (4) devuelve el balón al guardameta Gean Pietro (12), el ala brasileño Mauricinho (11) presiona, condicionando la dirección en la que debe jugar el portero, y luego mantiene la posición alta. Esta acción es crucial, porque podría haber optado por cubrir al jugador libre del lado contrario, pero en su lugar decide quedarse con el guardameta. Cuando el balón vuelve a Genovali, este recibe una intensa presión de Rodrigo (9). La intensidad y la velocidad de esa presión provocan la pérdida de la posesión. Esta acción podría haber dado lugar a una ocasión de gol, pero la excelente presión tras pérdida de Italia lo evitó.

Vídeo 4: Los delanteros brasileños Mauricinho (11) y Rodrigo (9) se coordinan para ejercer una intensa presión alta que provoca la pérdida de la posesión.

BIELORRUSIA: Presión colectiva

Aunque Bielorrusia se sitúa en la zona media de la clasificación en cuanto al uso de la presión alta en bloque, el GET ha constatado el carácter colectivo, coordinado y controlado de su defensa en esta fase del juego. En el vídeo 5, extraído del partido de la fase de grupos contra Japón, vemos cómo organiza la presión con un sistema 1-2-2.

Cuando el guardameta Takeru Furusato (12) recibe el balón de Takaaki Oba (7), el veterano futbolista bielorruso Ihar Bryshtel (8) presiona con intensidad al portero, cortando la línea de pase hacia Oba y obligando al guardameta a abrir el juego hacia Ozu Moreira (10). Esta acción desata la intensa presión de Artsemi Drozd (4). Como Bryshtel mantiene su posición defensiva alta junto al portero, Ozu se ve obligado a hacer un cambio de orientación hacia Oba. Yauheni Novikau (7) se anticipa al pase del jugador japonés e inicia la presión sobre el receptor. De forma coordinada, Bryshtel y Drozd se acercan para cerrar los espacios y arrinconar a Oba. Ante la falta de alternativas, Oba devuelve el balón a su guardameta, pero Bryshtel adivina sus intenciones y se coloca perfectamente para interceptar el pase.

Vídeo 5: Bielorrusia realiza una presión alta de forma coordinada y controlada, lo que provoca la pérdida de balón por parte del rival en una posición peligrosa.

Resumen

La puesta en práctica de una presión intensa y coordinada permite a los equipos defensores condicionar la construcción de juego de sus rivales. Al reducir el tiempo y el espacio disponibles para el jugador que tiene el balón, los defensas pueden anticiparse, condicionar la dirección del siguiente pase y forzar errores, además de neutralizar las virtudes y mermar la calidad de la posesión del equipo contrario.

Cuando esta estrategia se realiza en posiciones adelantadas e incluye la presión sobre el guardameta rival, se puede obtener un gran beneficio al recuperar el balón en zonas peligrosas y avanzadas. Sin embargo, al enviar a un jugador a presionar al portero, se deja libre a un jugador de campo del equipo rival, lo que entraña el riesgo de que sus compañeros puedan conectar con él. Estos son los elementos que deben sopesar los entrenadores a la hora de planificar las estrategias de presión, sobre todo si el guardameta rival domina el juego con el pie, ya sea en la distribución del balón o en la faceta goleadora.

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