Austria: la fortaleza del colectivo

Para el Grupo de Estudio Técnico (GET), uno de los aspectos más destacados del plantel de Hermann Stadler, que ha ganado sus siete partidos en el tiempo reglamentario, es su extraordinaria ética de equipo.

En su camino hasta la final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2025™, en la que se enfrentará a Portugal en el Estadio Internacional Jalifa el jueves 27 de noviembre, Austria ha derrotado a Arabia Saudí, Mali, Nueva Zelanda, Túnez, Inglaterra, Japón e Italia. Su delantero Johannes Moser (19) ha marcado ocho goles en los seis partidos en los que ha sido titular.

Según Ives Serneels, experto del GET, la principal fortaleza de la selección austriaca radica en el propio grupo:

• Trabajo colectivo, cohesión e intuición con y sin balón

• Defensa agresiva en bloques compactos, con poca distancia entre las líneas

• Elaboración desde atrás o en la mitad del campo sin asumir riesgos

• Dinamismo de los delanteros, que son capaces de generar ocasiones a partir de balones complicados

• Transiciones ofensivas rápidas e intensas

• Efectividad de cara a portería

• Gran resiliencia y excelente ética de trabajo

«Es una selección que trata de aprovechar sus cualidades individuales y que ha elegido un estilo de juego basado en las virtudes de sus jugadores. Su trabajo en equipo y su extraordinaria compenetración son mérito del seleccionador y de su cuerpo técnico. Han ganado todos los partidos encajando un solo gol, y eso no es fruto de la casualidad. Hay un vínculo muy fuerte entre todos los jugadores, algo que se puede apreciar en todos los partidos que disputan».

«A sus defensores les encanta su tarea. Son expeditivos en los unos contra uno y se dejan la piel por sus compañeros. Por su parte, los centrocampistas brindan una excelente protección defensiva, en la que Vasilije Markovic (10) ejerce de motor del equipo. Hay una compenetración asombrosa entre los delanteros y los centrocampistas ofensivos. Todos saben cómo y cuándo desmarcarse. El extremo izquierdo Moser (19) ha demostrado ser capaz de marcar de diferentes formas y lleva ocho goles en lo que va de torneo, incluidos cuatro penaltis y un tiro libre directo».

Serneels usa el siguiente vídeo para ilustrar hasta qué punto los jugadores austriacos conocen y desempeñan sus funciones a la hora de ejercer una presión alta ante un saque de puerta de Italia. Cuando el centrocampista que tiene asignado avanza para realizar el saque de puerta, Markovic (10) comienza a seguirlo de cerca (lo cual sirve de señal a sus compañeros para que marquen a sus respectivos rivales) y, a continuación, inicia una intensa presión doble.

Como señala Aron Winter, experto del GET, «Austria es una selección muy efectiva con balón y no asume riesgos en la elaboración de la jugada. Incluso cuando avanzan con la pelota con un 4-3-3 o un 4-4-2, los austriacos adelantan las líneas dejando muy poco espacio entre ellas, especialmente en el centro del campo. De este modo, no solo cierran los espacios al rival en caso de perder el balón, sino que también pueden presionarlo rápidamente en dichas situaciones. A menudo, envían pases en largo al delantero centro Nicolas Jozepovic (7) o al centrocampista ofensivo Jakob Werner (8) para que peinen el balón hacia sus extremos, que siempre se anticipan a la jugada para servir de apoyo a sus compañeros».

«Generan mucho peligro en las transiciones con balones en largo, porque son muy rápidos y saben exactamente qué buscan con sus acciones. Sus delanteros son muy buenos en el uno contra uno, saben aguantar el balón, son contundentes en las disputas y tienen la calidad técnica necesaria para mantener la pelota y circularla con rapidez. Cuando tienen la posesión, muchos equipos tienden a ensanchar y alargar el campo, pero no es el caso de Austria. Los austriacos muestran un gran aplomo y mantienen las líneas juntas para poder recuperar el balón y presionar rápidamente».

«Más de la mitad del equipo que salió de inicio en la semifinal contra Italia juega en el mismo club (el FC Liefering, filial del FC Salzburgo), lo que explica la compenetración natural y los movimientos intuitivos que se pudieron apreciar entre los jugadores. Cuentan con la calidad técnica y el dinamismo necesarios para salir de espacios reducidos con el balón jugado. Son efectivos en ataque y no necesitan muchas ocasiones para marcar. Curiosamente, de los 16 goles que lleva Austria en el torneo, solo uno llegó en la primera mitad».

Winter ha elegido el segundo vídeo para mostrar la efectividad y explosividad de las transiciones austriacas desde un bloque defensivo. El combinado austriaco mantiene las líneas muy juntas en defensa, lo que le permite ejercer una presión intensa. En cuanto recupera el balón, sus tres centrocampistas ofensivos salen al contraataque, a la vez que el delantero Jozepovic (7) trata de aislar al defensor que se ha quedado a hacer la cobertura.

Según Hérita Ilunga, «Austria es un equipo fantástico en el plano defensivo, con solo un gol encajado en los siete partidos previos a la final. Sus jugadores son capaces de controlar el juego cuando no tienen el balón, porque sus bloques medio y bajo están muy bien trabajados y son muy disciplinados. Comprimen el campo y reducen mucho los espacios entre líneas. Son muy agresivos y muestran un gran trabajo colectivo una vez que inician la presión. También son muy rápidos en las transiciones.

«Todo el equipo tiene una fantástica ética de trabajo sin balón. Es muy poco frecuente que sus jugadores se queden aislados en situaciones de uno contra uno, y siempre hay alguien haciendo la cobertura al compañero que interviene en defensa. Son conscientes de que van a sufrir contra selecciones que dominen la posesión, pero su lenguaje corporal es muy bueno y siempre están listos para darlo todo en cualquier situación de juego».

Ilunga usa el tercer vídeo para ilustrar el carácter colectivo del planteamiento defensivo austriaco.

Pascal Zuberbühler, especialista en porteros del GET, solo tiene elogios para el cancerbero austriaco Daniel Posch. 

«Es asombroso que Posch no haya encajado todavía ningún gol en los seis partidos que ha disputado con Austria. Da fe de todo su sistema defensivo y demuestra la conexión y el entendimiento que hay entre el guardameta y sus defensores. Posch ha resultado decisivo bajo palos. Ha demostrado una gran velocidad y explosividad a la hora de cubrir espacios y, cuando tiene atacantes cerca, se coloca de manera excelente e interviene de forma expeditiva».

«En los partidos en los que no ha tenido que intervenir demasiado, se ha mantenido muy concentrado y ha mostrado una gran solidez cuando ha sido necesario. Su colocación ha sido buena a la hora de gestionar pases en profundidad y también ha tenido que hacer frente a un gran número de centros. No asume demasiados riesgos con el balón, pero, en defensa, hace lo más importante: evitar goles».