En la primera participación del combinado portugués en un Mundial de esta categoría desde 2003, los pupilos de Bino Maçães no han dejado de sorprender a los miembros del Grupo de Estudio Técnico (GET) de la FIFA desde la victoria en su debut contra Nueva Caledonia en el grupo B.
En su camino hasta la final, en la que se enfrentará a Austria en el Estadio Internacional Jalifa el jueves 27 de noviembre, la vigente campeona europea sub-17 también ha derrotado a Marruecos, Bélgica, México y Suiza.
Características
Según Louis Carey, experto del GET, este joven grupo de jugadores y su cuerpo técnico representan las mejores cualidades del ADN futbolístico de Portugal:
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Excelente juego posicional y conocimiento de las distintas funciones
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Rotaciones inteligentes y ocupación con sentido de los espacios
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Capacidad para jugar en distintas zonas del campo y diferentes posiciones
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Posición correcta del cuerpo para recibir el balón, protegerlo y avanzar
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Asombrosa técnica de pase
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Voluntad de mantener la posesión en saques de banda y al reiniciar el juego
«Portugal es un equipo muy bien entrenado. Me encanta su voluntad de jugar. Sus jugadores confían y creen los unos en los otros, y juegan con fluidez y con la actitud adecuada. Su lenguaje corporal refleja esta confianza, pero no rehúyen el choque ni temen medirse a equipos físicos. Muestran una gran capacidad para leer las situaciones de juego, toman decisiones acertadas en el pase y cuentan con la técnica necesaria para ejecutar dichas acciones».
«Sus defensores hacen gala de una gran velocidad y movilidad; sus centrocampistas pueden ocupar distintas posiciones con gran inteligencia y un elevado grado de entendimiento; y sus delanteros son ágiles, juegan con equilibrio, velocidad y explosividad, y aprovechan cualquier ocasión para buscar la espalda de la defensa. Los jugadores que han salido desde el banquillo también han tenido una incidencia extraordinaria».
Carey ha seleccionado el primer vídeo para destacar la asombrosa capacidad de ciertos jugadores en su interacción tanto con el balón como con los rivales en espacios reducidos, a fin de mantener la posesión y avanzar.
Con la posesión del balón
Damien Duff, exinternacional de la República de Irlanda e integrante del GET de la FIFA para este torneo, ha quedado fascinado por el planteamiento portugués con la posesión del balón.
«Con el balón, Portugal es un equipo muy trabajado que realiza excelentes movimientos. Como entrenador, una de mis máximas es que hay que mover al rival. Portugal es una selección que somete las estructuras defensivas rivales a una gran presión. Me gustan sus patrones de juego y la incidencia que tienen sus dos centrocampistas defensivos, Rafael Quintas (6) y Bernardo Lima (18), a la hora de dirigir el juego. Son los engranajes del equipo: generan desajustes en el rival, retrasan su posición hasta los centrales para elaborar la jugada, se dejan caer a una banda para descolocar a los rivales y suben para generar situaciones de superioridad en zonas de ataque».
«Portugal tiene en todas sus líneas jugadores explosivos capaces de cambiar el ritmo de juego en un abrir y cerrar de ojos. Dominan las rotaciones, y sus delanteros muestran una voluntad manifiesta de buscar la espalda de la defensa rival».
Esta observación se ve respaldada por los datos que aporta el equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico. Así, Portugal es la cuarta selección que más desmarques lanza a la espalda de la línea defensiva rival por cada 60 minutos con el balón en juego. También ha promediado 17.4 recepciones de balón en estas situaciones.
Duff ha seleccionado el segundo vídeo porque ilustra a la perfección algunas de las cualidades que ha mostrado Portugal con la posesión del balón en lo que va de torneo.
«La jugada comienza con un saque de banda e incluye catorce pases hasta el gol, en una acción en la que hasta siete jugadores de campo tocan el balón. El ángulo de las ayudas y la velocidad de circulación del balón hacen que resulte muy difícil de defender. A pesar del volumen de interacciones y de pases entre los jugadores, parece un gol muy rápido».
Sin la posesión del balón
Según Simone Gomes Jatobá, «la defensa de Portugal es muy sólida y segura, y funciona como un bloque. Sus integrantes mantienen en todo momento la línea y saben defender de distintas maneras en función del rival. Pueden pasar sin problemas de una defensa de cuatro a otra de cinco si el partido así lo exige, como cuando el extremo izquierdo Stevan Manuel (11) retrasa su posición para desempeñarse junto al lateral izquierdo. Su central Mauro Furtado (4) es un auténtico baluarte defensivo y sabe leer muy bien el juego. Es capaz de convertir cualquier acción defensiva en un ataque».
«Portugal no siempre ejerce una presión alta. Le gusta defender en bloque medio, un esquema en el que sabe mostrarse paciente y esperar el momento idóneo para intervenir. Una vez que se inicia la presión, sus jugadores son valientes y saben defender tanto acciones por abajo como balones por alto, adaptándose a lo que exija cada situación».
Jatobá, subcampeona de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™, usa el tercer vídeo para destacar la disciplina portuguesa sin el balón.
«De inicio, mantienen un bloque medio compacto, con una clara intención de defender el espacio y no el balón. Antes del envío en largo, vemos cómo los centrocampistas juntan líneas con la defensa, que se encuentra en una situación de tres contra tres, algo habitual en esta selección. La línea de defensa sometida a presión siempre cuenta con el apoyo de la siguiente línea. Todos los jugadores se desplazan a la vez y existe una gran comunicación entre ellos. Además, cuando recuperan el balón, muestran siempre una gran explosividad a la hora de salir en transición ofensiva».
GUARDAMETA: Romário Cunha
Como explica Pascal Zuberbühler, especialista en porteros del GET, «aunque no participó en el primer partido de Portugal contra Nueva Caledonia, desde entonces Romário Cunha ha disputado los seis encuentros de su selección. Dado que su equipo ha dominado los partidos, no ha tenido que intervenir tanto como otros guardametas. Sin embargo, cuando ha hecho falta, ha sido decisivo y ha tenido una gran incidencia, con seis paradas a remates a puerta desde dentro del área penal y cinco a disparos de primeras.
«A pesar de no convertir su lanzamiento en la tanda de penaltis de la semifinal contra Brasil, demostró tener una gran personalidad y fortaleza mental. Siempre mantiene un grado de concentración muy alto y permanece atento a lo que sucede sobre el césped. Domina el área a la perfección, es expeditivo en las situaciones de uno contra uno y distribuye bien el balón, combinando pases en corto y envíos en largo».