Entre 2025 y 2029, el torneo se celebrará anualmente en el complejo Aspire Zone de Doha, lo que permitirá analizar la competición con cierto grado de uniformidad en cuanto al entorno y las condiciones de juego durante los próximos cinco años.
En este artículo, el equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico presenta las primeras conclusiones de la nueva fase de grupos, que contó por primera vez con doce grupos de cuatro selecciones cada uno. En total se disputaron 72 partidos (tres encuentros por cada equipo participante). Los datos iniciales indican que, en comparación con el torneo de 2023, las selecciones están recorriendo de media 7 km más (de 122 a 129 km) por cada 60 minutos de balón en juego. Asimismo, ha aumentado la distancia recorrida al esprint en las zonas 4 y 5 (>20 km/h y >25 km/h, respectivamente), que ha pasado de los 7.3 km de 2023 a los 8.3 km de la presente edición.
Primeras tendencias
A lo largo de la fase de grupos, el equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico de la FIFA observó diversas tendencias, entre ellas:
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un leve aumento en los márgenes de goles por victoria respecto a la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2023™, disputada en Indonesia;
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una mejora de la efectividad ante la portería, con más disparos a puerta y un mayor porcentaje de acierto en los remates;
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un incremento de los goles anotados en los 15 primeros minutos de ambas mitades;
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un aumento de los minutos disputados por jugadores de 16 años;
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una elevada participación de los suplentes en los goles;
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un mayor número de saques de banda directos al área penal en el último cuarto del terreno de juego;
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un aumento de la distancia total recorrida por las selecciones y de las distancias cubiertas al esprint o en carrera de alta velocidad.
Análisis de los goles anotados
A pesar del aumento en el número de selecciones, la media de goles por partido se mantuvo en 3.5, un promedio idéntico al de Indonesia 2023. Por otra parte, el margen de goles por victoria creció levemente, al pasar de 2.7 a 3.0. Cabe destacar la diferencia existente en cuanto a la etapa de desarrollo en las 48 selecciones participantes. Así, cinco naciones (Fiyi, República de Irlanda, Zambia, El Salvador y Uganda) han hecho su debut en una Copa Mundial Sub-17 de la FIFA™. Aunque llevará tiempo calibrar la incidencia que tendrá en las cinco selecciones debutantes el hecho de competir a este nivel, lo cierto es que tres de ellas —República de Irlanda, Zambia y Uganda— lograron clasificarse para la fase de eliminación directa.
Asimismo, cabe señalar un aumento en la efectividad de los disparos: si analizamos los primeros 72 partidos de ambas ediciones, vemos que el porcentaje de remates a puerta pasó de un 34.4 % en 2023 a un 36.8 % en 2025. También se registró un leve aumento (1.7 p. p.) en el número de remates a puerta que acabaron en gol.
Franjas temporales de los goles
En las tres primeras jornadas del Mundial sub-17, el Grupo de Estudio Técnico advirtió una elevada intensidad del juego durante los primeros minutos de ambas partes. Esta observación se ve respaldada por nuestros datos, que muestran un aumento de 4.3 p. p. en el número de goles marcados entre los minutos 0 y 15 de partido y de 4.4 p. p. en los anotados entre los minutos 45 y 60. Curiosamente, disminuyeron los goles marcados en el tiempo añadido de ambas mitades.
Uso de la plantilla
La edad media de las selecciones —17 años y 4 meses— concuerda con la de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2023™, aunque varios países de la CAF y la AFC han presentado equipos muy jóvenes. En consecuencia, el porcentaje de minutos jugados por futbolistas de 16 años aumentó del 16 % al 21 %.
El número de jugadores utilizados varió de una nación a otra. Así, siete selecciones dieron minutos a 20 o más jugadores, mientras que Argentina fue la única que utilizó a sus 21 futbolistas. La debutante Uganda solo alineó a 15 de sus 21 jugadores durante la fase de grupos, mientras que Catar, Egipto, Bolivia y Bélgica dieron minutos a 16 futbolistas de sus respectivos equipos.
Incidencia de los cambios
También se redujo levemente el número de sustituciones: en la fase de grupos del torneo de 2025, hubo de media 4.3 cambios por partido, frente a los 4.8 de 2023.
A pesar de este descenso, las sustituciones tuvieron una incidencia alta en los partidos. Los jugadores que salieron desde el banquillo participaron en un total de 67 goles, con 47 tantos y 20 asistencias. Los suplentes de Marruecos marcaron cinco de los 16 goles de su selección en la fase de grupos y dieron dos asistencias. Por su parte, los suplentes de Austria firmaron la mitad de los goles anotados por su equipo (cuatro de ocho) en los tres primeros partidos. Los jugadores suplentes de Inglaterra también marcaron cuatro de las once dianas de su selección.
Con la posesión del balón
Cuando los equipos tuvieron el balón, se constató un leve descenso en la media de pases por secuencia de posesión, que cayó de 8.5 a 8.0. Una vez más, los distintos parámetros reflejan cierta disparidad en cuanto a las estrategias de ataque (rápido y directo, o paciente y controlado) y la capacidad técnica para conservar la posesión bajo presión. Por ejemplo, Senegal promedió 9.4 distribuciones por secuencia de posesión en la fase de grupos, mientras que 24 selecciones promediaron menos de 5.7 distribuciones por secuencia.
Además, durante la fase de grupos se observaron otras tendencias interesantes:
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Las selecciones pasaron menos tiempo (3.1 p. p. menos, del 16.7 % al 13.6 %) en el último tercio y algo más en fases de elaboración controlada.
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Se registró un aumento de la elaboración desde atrás o en la mitad del campo (del 46.9 % al 47.7 %), mientras que la elaboración en el tercio de ataque disminuyó de un 4.0 % a un 2.8 %.
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Se registró un aumento de 1.3 p. p. en el uso de balones en largo durante la construcción del ataque (del 2.2 % al 3.5 %).
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El juego directo también aumentó, con una media de 67 pases en largo por cada 30 minutos con posesión, en comparación con los 56 de media de 2023 (una diferencia de +11).
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El índice de acierto de los pases en largo también creció de un 51.9 % a un 54.4 %.
Sin la posesión del balón
El porcentaje de tiempo que las selecciones pasaron en estructuras defensivas organizadas se redujo levemente, al descender del 52 % al 50.1 %. Por su parte, el tiempo en la fase de recuperación aumentó del 4.2 % al 5.4 %, síntoma de partidos con más transiciones. También se registró un incremento moderado en las fases en bloque alto (del 5.1 % al 5.5 %) y de presión alta (del 4.0 % al 4.1 %).
Asimismo, hubo también un aumento de algunas acciones defensivas clave, como los pases interceptados por cada 30 minutos sin posesión, que se incrementaron de 8.5 en 2023 a 9.5 en la fase de grupos de 2025. Por otra parte, el promedio de entradas por cada 30 minutos sin posesión se mantuvo estable (47), mientras que el promedio de remates bloqueados por cada 30 minutos sin posesión aumentó de 29 a 32.
Acciones a balón parado
Según los primeros análisis de las acciones a balón parado de la fase de grupos de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2025™, los equipos defensores vienen ganando de media el 46 % de los primeros contactos en saques de esquina, un promedio que concuerda con el de la edición de 2023. Sin embargo, los primeros contactos del ataque disminuyeron del 51 % al 46 % durante esta primera fase del torneo. Los porcentajes de saques de esquina enviados directamente al área penal (78 %) y ejecutados en corto (20 %) se mantuvieron estables.
Asimismo, en los primeros 72 partidos del torneo, el 22 % de los saques de banda ejecutados en el último cuarto del terreno de juego se lanzaron en largo, directamente al área penal. Si lo comparamos con el 7 % que se registró en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2023™, el aumento es considerable. De las 48 selecciones que compiten en Catar, 37 han utilizado saques de banda en largo al interior del área.
Resumen
El nuevo formato ampliado de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA™ ha traído consigo un aumento de la diversidad táctica, inicios de partido más intensos, un juego más directo y mayor precisión en la ejecución de acciones en zonas decisivas del campo. La agresividad, con y sin balón, en las primeras fases del juego se ha convertido en uno de los aspectos más destacados. Así, las selecciones despliegan intensidad, verticalidad y una presión alta organizada, a fin de desestabilizar a sus rivales antes de que puedan imponer su ritmo.