En el caso de los jugadores en formación, aprender a descifrar las señales que activan las fases de transición es fundamental para su crecimiento, ya que les permite conocer las funciones y responsabilidades de cada posición y cómo cambian a medida que se desarrollan estas situaciones de juego.
El Grupo de Estudio Técnico y el equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico se encuentran en Chile para seguir la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2025™. En este artículo, el exjugador de la selección chilena Marcelo Jara explica la estrategia de presión que empleó Estados Unidos para crear ocasiones de gol ante Francia, y cómo sus jugadores adaptaban esa estrategia en función de si defendían con presión alta o en bloque medio.
PRINCIPIOS DE LA PRESIÓN DE ESTADOS UNIDOS
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Claridad en las tareas y responsabilidades de todos los jugadores de campo, que además deben conocer las funciones de sus compañeros.
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Compromiso para presionar en equipo y confianza en que todos los jugadores cumplan sus funciones.
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Presionar con una intensidad coordinada en distintas fases defensivas.
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Aprovechar que el equipo rival se ha abierto para filtrar rápidamente pases a través de su línea defensiva tras la transición ofensiva.
En este partido, Francia desplegó un esquema táctico muy abierto. De hecho, la selección francesa se encuentra entre el 2 % de los equipos con mayor ocupación de la amplitud del campo en la fase de posesión, tanto en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2023™ como en lo que llevamos de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2025™. Aunque esta amplitud tenía como objetivo abrir la defensa de Estados Unidos, también dejaba espacios durante las transiciones defensivas, que el combinado norteamericano podía aprovechar.
Estados Unidos atacó insistentemente esos espacios y tuvo mucho acierto a la hora de romper las líneas defensivas rivales. A estas alturas del torneo, la selección estadounidense se sitúa entre el 5 % de los mejores equipos por recepciones de pases entre líneas y entre el 2 % superior en cuanto a la proporción de desmarques realizados para recibir dentro de la estructura del conjunto contrario, con un 64 %.
TRANSICIÓN TRAS LA PRESIÓN ALTA
La estrategia de Estados Unidos consistía en presionar los saques de puerta de Francia, como demuestra el 12 % del tiempo sin posesión del balón que la selección estadounidense defendió en bloque alto. En la primera parte, el combinado francés dejó clara su intención de jugar en corto tras el saque de puerta para después enviar pases largos hacia los jugadores situados en posiciones adelantadas en las bandas. Como se puede apreciar en la imagen inferior, Francia adoptó un esquema muy abierto, mientras que Estados Unidos utilizó un 4-1-4-1 en el que los jugadores tenían perfectamente definidas sus funciones. Por lo general, los futbolistas norteamericanos dejaban que los laterales franceses recibieran el primer pase. A partir de ese momento, se activaba la presión.
Las funciones y responsabilidades del esquema 4-1-4-1 presionante de Estados Unidos se distribuyeron de la siguiente manera:
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El delantero centro ocupó una posición avanzada para marcar la dirección del juego y forzar a Francia a continuar la jugada por el mismo lado que el primer pase.
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Dos centrocampistas adelantados cubrían a los dos pivotes franceses.
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El interior más próximo al balón presionaba con intensidad al lateral francés cuando este recibía el pase.
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El centrocampista defensivo tapaba al mediapunta de Francia y protegía el espacio que quedaba por delante de la defensa de cuatro.
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Los laterales fijaban a los extremos franceses.
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Uno de los centrales marcaba de cerca al delantero centro de Francia.
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El segundo central actuaba como hombre libre para hacer la cobertura a la espalda si el central y el lateral del lado de la jugada defendían en situaciones de uno contra uno.
Según Jara, experto del Grupo de Estudio Técnico, Estados Unidos ejerció la presión con mucha determinación y sus jugadores demostraron tener muy claras sus funciones, no solo durante la fase defensiva, sino también en la fase de transición ofensiva.
«Estados Unidos mantuvo una presión constante, pero en el segundo tiempo la ejerció con más intensidad y eficacia. El dibujo táctico de Francia era una apuesta por tener amplitud y profundidad, por lo que la disposición de los defensas estadounidenses marcó notablemente la forma en que defendieron. Sabían que el rival iba a recurrir a los balones en largo, por lo que los zagueros marcaban de cerca a los delanteros franceses y estaban totalmente preparados para ser agresivos y mantener controlados a sus oponentes en situaciones de riesgo. Demostraron mucha seguridad y confianza en sus compañeros, ya que eran conscientes de que el medio de contención protegía los espacios por delante de ellos, mientras que el central libre cubría el espacio a la espalda de la defensa».
«En los dos primeros vídeos se puede observar hasta qué punto tenían claras sus funciones y responsabilidades los jugadores estadounidenses de ambas bandas, así como su eficacia en estas situaciones. Cuando recuperaban el balón, se tomaban un tiempo antes de enviarlo hacia delante, lo que demuestra que las recuperaciones coordinadas pueden dar lugar a situaciones de ataque peligrosas si la sincronización entre los desmarques de apoyo y los pases adelantados es perfecta».
TRANSICIÓN DESDE EL BLOQUE MEDIO
A la hora de defender en bloque medio, la selección estadounidense aplicó los mismos principios de la presión con un esquema 4-1-4-1 muy compacto. Hasta este partido, solo Noruega había desplegado una estructura más compacta que la de Estados Unidos, cuyo esquema solo ocupó, de media, 21.4 metros de largo y 37.9 metros de ancho.
En el tercer vídeo, Jara destaca la consistencia en la intensidad de la presión en bloque medio de Estados Unidos, pero también el conocimiento que tienen los futbolistas de las funciones de cada uno de sus compañeros.
«El esquema 4-1-4-1 es el mismo, pero podemos apreciar que, cuando el lateral derecho acudía a presionar, el interior derecho cubría inmediatamente el espacio. Esta situación se repetía en la otra banda cuando Francia cambiaba el lado del ataque. Una vez recuperado el balón, Estados Unidos hacía una pequeña pausa antes de jugar hacia delante, lo que daba tiempo a que llegaran los jugadores de apoyo. La forma de perfilarse del mediocentro, que recibía el balón en la transición ofensiva, era muy importante porque marcaba la intención y generaba un espacio para que sus compañeros se demarcaran en carrera antes de que él también se sumara al ataque. Además, el jugador estadounidense demostraba gran inteligencia futbolística al cambiar la velocidad y medir los tiempos de su carrera para recibir el último pase en el área rival».
Elementos relacionados con el desarrollo
Un aspecto importante en la formación de los jugadores jóvenes es el conocimiento no solo de sus propias funciones en el campo, sino también de la misión de sus compañeros de equipo en diferentes estrategias de juego. La transición de las fases de juego con la posesión del balón a las fases sin la posesión (y viceversa) requiere altos niveles de concentración y trabajo mental.
Conocer las funciones y responsabilidades es fundamental para iniciar una presión colectiva coordinada. También es importante la capacidad de cada jugador para ejecutar sus propias tareas y, al mismo tiempo, identificar cuándo debe dar prioridad a hacer la cobertura a sus compañeros.
Dado que en el transcurso de un partido se pasa rápidamente de fases defensivas a ofensivas, los futbolistas deben desarrollar la capacidad para tomar decisiones de forma inmediata y tener el conocimiento del juego necesario para responder en el momento preciso, con rapidez y coordinación, y aprovechar los puntos débiles del esquema del equipo rival en el momento de iniciar la transición.