El Centro de Capacitación de la FIFA ha entrevistado al director ejecutivo del Chargers SC, Mike Keeney, entrenador con licencia UEFA Pro y que ha trabajado en varios continentes. En la charla, nos habla de las especificidades del fútbol estadounidense, la metodología general por la que se guía la entidad y su planteamiento orientado al futuro y centrado en el desarrollo individual y el crecimiento a largo plazo.
CUESTIONES PRINCIPALES
- El fútbol estadounidense tiene sus propias características, a veces obstáculos, que van desde las diferencias culturales hasta un vasto territorio y climas extremos, lo que influye en cómo se enseña y practica.
- El método del Chargers para los más jóvenes se centra en la adquisición de aptitudes, la toma de decisiones y el desarrollo personal.
- El Chargers sigue una metodología similar en sus tres campus de Florida, aunque los entrenadores disponen de margen para modularla en función de los jugadores y el entorno.
LAS CARACTERÍSTICAS SINGULARES DEL FÚTBOL EN ESTADOS UNIDOS
«Espero que cuando la gente de aquí se dé cuenta de la pasión que hay y vea a los hinchas, además del fervor por el fútbol, se genere una repercusión a largo plazo en Estados Unidos».
Keeney explica que una de las características que presenta el fútbol en Estados Unidos es que en algunas zonas aún se trata de un deporte relativamente nuevo. Si bien figura entre los deportes que más participantes tienen en el país, sigue estando por detrás de otros de mayor tradición y arraigo cultural, como el béisbol, el baloncesto y el fútbol americano.
«Hay zonas en las que todos los jugadores son de primera generación — señala Keeney—, aunque en otras, como en la bahía de San Francisco, donde me crié yo, la liga tiene más de un siglo. El panorama es muy variado, hay familias que llevan varias generaciones jugando al fútbol y para otra gente es algo totalmente nuevo. Por lo tanto, lo que tiene que hacer el fútbol estadounidense es tratar de acortar esa diferencia en algunas zonas y, al mismo tiempo, subir el listón para poder competir a escala mundial».
También menciona que el territorio y los climas estadounidenses plantean sus propias dificultades, sobre todo en lo que respecta a las distancias para llegar a los estadios y a las intensas condiciones meteorológicas que se dan en ciertas partes del país. «El territorio de Estados Unidos es tan grande que resulta muy difícil abarcarlo —explica—. No es extraño emplear cuatro horas y media por carretera para ir a jugar un partido y luego hacer otras tantas de vuelta».
El director ejecutivo del Chargers apunta asimismo que el calor de Florida representa un problema para su club y para otros. Mantener un ritmo alto en los entrenamientos y en los partidos suele resultar mucho más difícil en los estados del sur que en otras regiones de Estados Unidos. Eso implica que los entrenamientos se centran principalmente en la técnica, en mantener el balón y en mejorar la capacidad de toma de decisiones.
«Los equipos del sur de Estados Unidos no juegan partidos de ida y vuelta, con un ritmo alto, por una razón muy concreta: aquí muchas veces la temperatura supera los 34 ºC y la humedad también es alta —recuerda—. Así que el fútbol tiende a ser más técnico y los equipos se centran en elaborar las jugadas y aprovechar las ocasiones que tienen. Queremos que nuestros equipos sean muy buenos con el balón, que lo conserven y que controlen el ritmo de los partidos, pero para eso tienen que ser técnicos y perfeccionar la capacidad de toma de decisiones».
Los posibles efectos de la Copa Mundial de la FIFA 26™
Keeney considera que la Copa Mundial de la FIFA 26™, que se celebrará en Norteamérica, tendrá una influencia notable en el crecimiento de este deporte en Estados Unidos, similar al que se produjo cuando el país organizó el torneo en solitario en 1994.
«Recordaremos que en 1994 la Major League Soccer (MLS) acababa de echar a andar. Desde entonces no ha parado de crecer. Es innegable lo mucho que influyó el Mundial en eso, ya que consiguió darle impulso y despertar el interés de todo mundo —afirma con entusiasmo. Además, está convencido de que la próxima edición servirá para que la gente de Estados Unidos se empape de verdad de este deporte—. Yo he tenido mucha suerte. He trabajado por todo el mundo y he visto cómo influye el fútbol en la sociedad. Espero que cuando la gente de aquí se dé cuenta de la pasión que hay y vea a los hinchas, además del fervor por el fútbol, se genere una repercusión a largo plazo en Estados Unidos».
El Mundial de 2026 se va a celebrar en once ciudades de Estados Unidos (sin contar México y Canadá), lo que ofrecerá muchas oportunidades de asistir a los estadios. Keeney cree que esto servirá de estímulo a una nueva generación de aficionados en el país.
«Esta nueva generación va a vivir de primera mano esa pasión. Lo que se siente al verlo por televisión, con una diferencia horaria enorme, no es lo mismo. Si se juega aquí la gente verá que hay miles de personas que nos visitan para asistir a un solo partido, y creo que eso va a marcar un antes y un después para muchos niños estadounidenses».
La metodología del Chargers
Keeney, que lleva algo más de un año desempeñando el cargo de director ejecutivo del Chargers, alaba la metodología innovadora que ha adoptado el club, basada en ayudar a los jugadores a adquirir competencias futbolísticas básicas y seguridad a la hora de tomar decisiones desde muy pequeños. Este sistema ha servido para formar a jugadores como Nathan Harriel, actual defensa del Philadelphia Union.
«Queremos formar jugadores que planten cara a los rivales y también que sepan qué movimientos pueden hacer para generar una situación de superioridad numérica, técnica o incluso física —añade—.
Siendo aún muy pequeños, ven el balón como un juguete, todos quieren tenerlo. Pero llega un momento en el que podemos empezar a formarlos y decirles que cuando se tiene la pelota hay que hacer esto, se regatea así, así se cambia de dirección, se encara al rival de esta manera y se pasa de esta otra, aunque les lleva tiempo asimilarlo».
A la pregunta de en qué se inspira la metodología del Chargers SC, Keeney habla de su experiencia en Europa, donde vio a jugadores del más alto nivel cometer errores que ya tenían interiorizados por carecer de una sólida base técnica.
«Yo entrené a jugadores que disputaban partidos de clasificación para la Europa League de la UEFA y erraban decisiones que eran básicas. Asumen más riesgos cuando tienen otras opciones y únicamente porque siempre lo han hecho así —continúa—. Les sale de forma natural. Yo quiero que los jugadores sean conscientes de su rendimiento y lo evalúen, ya desde muy pequeños, y reflexionen sobre lo que están haciendo para poder tomar una decisión mejor la próxima vez».
Un método uniforme
El Chargers tiene tres campus en Florida: en Tampa, Lakewood Ranch y Clearwater. Keeney opina que es indispensable que todos los entrenadores se adhieran a la metodología general del club, aunque siempre con margen para actuar de la forma que consideren más adecuada. El Chargers ha nombrado a un director para cada campus con el fin de coordinar a sus técnicos, que asisten a reuniones semanales.
«A los entrenadores les decimos cuáles son los objetivos que fijamos y después ellos tienen plena libertad para decidir cómo los alcanzan —señala—. Queremos que los jugadores entiendan estos temas y objetivos, y que sean capaces de ejecutarlos en el campo. Se les rinden cuentas, pero no les entregamos un folleto que indique exactamente qué actividades tienen que hacer en los entrenamientos».
Integrar a los padres y tutores
El Chargers gestiona una cantera muy importante en distintas zonas de Florida, en la que actualmente hay unos 4000 jugadores. Comunicarse con un número tan elevado de padres o tutores representa otra complicación logística para un club de su envergadura en Estados Unidos. Y Keeney cree que dos recursos fundamentales para solventarla es gestionar las expectativas y aprovechar la tecnología.
«Los padres ven a sus hijos a través de un prisma muy concreto y hay que gestionar sus expectativas —dice—. También tenemos que orientarlos acerca de los aspectos que deben trabajar.
Hacemos mucho a través del vídeo. Grabamos todos los partidos y así podemos obtener secuencias en las que se destaca lo que ha ido bien o lo que hay que mejorar, y ofrecerles un elemento visual real —explica—. La gente tiene una memoria muy selectiva sobre lo que ha ocurrido en un partido y procuramos combinarla con datos para mostrárselo. Tratamos de aplicar varias de estas nuevas tecnologías, sobre todo en nuestros programas más avanzados, como el MLS NEXT, que abarca las categorías sub-13 a sub-19. Además, les proporcionamos datos equiparables entre las selecciones nacionales juveniles o canteras del extranjero para que vean con qué compiten sus hijos o hijas en el ámbito nacional y mundial».
Keeney concluye la entrevista lanzando un mensaje que puede resultar muy útil a los jugadores y sus padres o tutores. «Todo el mundo sueña con llegar a ser profesional y nosotros queremos brindar apoyo para hacerlo realidad, pero también queremos proporcionar recursos para que tengan los pies en la tierra, porque si ese es su objetivo, no se trata de un simple deseo, sino de un proceso gradual».
Resumen
- El Chargers Soccer Club está formando a futuros jugadores a través de una estrategia a largo plazo, en la que lo principal son ellos, dando prioridad a la adquisición de habilidades, la toma de decisiones y la inteligencia futbolística por encima de los resultados que se obtengan al principio.
- Su método se adapta a las características singulares del fútbol en Estados Unidos, para contrarrestar las dificultades regionales y responder a las expectativas culturales, siempre orientándose al desarrollo de los jugadores a largo plazo.
- El Chargers SC considera que el fútbol va más allá del deporte y es un elemento educativo, y su objetivo es dotar a los jugadores de aptitudes técnicas y cognitivas básicas para saber desenvolverse en todos los sistemas tácticos y entornos de juego.