Países Bajos se enfrenta a la RPD de Corea, que defiende título, en la final de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Marruecos 2025™ el sábado 8 de noviembre. Ambos equipos ya habían coincidido en esta misma edición, concretamente en el último partido de fase de grupos, en el que las asiáticas se impusieron a las europeas por 5-0. En aquel encuentro, las neerlandesas se quedaron con diez jugadoras a los 24 minutos; sin embargo, fueron capaces de reponerse de la goleada hasta el punto de eliminar a grandes selecciones como Estados Unidos, Francia y México en su camino hasta la final.
Resumen de la serie
-
1.ª parte: Clémentine Touré desgrana el juego de la RPD de Corea, definido por un estilo vertical y cohesionado y una excepcional precisión técnica.
-
2.ª parte: Mo Marley analiza la capacidad de Países Bajos de variar su juego tanto con balón como sin él, lo que recientemente ha convertido a las neerlandesas en un equipo muy difícil de superar y defender.
-
3.ª parte: Thierry Barnerat y Pascal Zuberbühler detallan los puntos fuertes de ambas guardametas y analizan lo que aportan al estilo de juego de sus selecciones.
-
4.ª parte: Asako Takakura nos explica el duelo táctico de la final, y cómo la diferencia de estilos puede derivar en un resultado distinto al del primero encuentro.
RPD de Corea: juego vertical y precisión técnica
En esta sección, la exseleccionadora femenina de Costa de Marfil, Clémentine Touré, desvela los factores que explican el extraordinario rendimiento de la RPD de Corea en este campeonato.
Con la posesión
Clementine Touré: la RPD de Corea destaca por su estilo de juego vertical, estructurado, disciplinado y centrado en el colectivo, que permite mantener un ritmo intenso durante todo el partido. Ya jueguen con un sistema 4-4-2 o 4-2-3-1, las coreanas arman un ataque directo y veloz con combinaciones de pases cortos y largos, triangulaciones, paredes, pases de gol atrás y potentes disparos a puerta.
Las laterales contribuyen al juego ofensivo al crear situaciones de superioridad numérica por banda, y las centrocampistas defensivas desempeñan un papel clave al ofrecer verticalidad, enviar pases entre líneas y al hueco o progresar en conducción hasta el último tercio.
La coordinación de movimientos de las atacantes les permite aprovechar las bandas y los espacios a la espalda de la defensa con centros medidos o pases atrás desde la línea de fondo que suponen ocasiones de gol. Pese a su juventud, las jugadoras norcoreanas destacan por sus disparos precisos y certeros, por su calidad técnica y por un marcado espíritu colectivo. La cohesión, el rigor táctico y un elevado nivel de concentración y madurez del que hacen gala son otras de las características que definen a esta selección.
Sin la posesión
Cuando no tiene el balón, la RPD de Corea suele jugar con un bloque relativamente alto para dificultar los saques de puerta y la elaboración del juego del rival. Las coreanas presionan al unísono, siempre juntas y compenetradas, y si el contrario sortea la presión alta, se reorganizan en un compacto bloque medio para intentar robar el esférico o cortar jugadas de ataque. En cuanto recuperan la pelota tiene lugar una transición ofensiva, lo que demuestra que su organización defensiva está pensada para armar jugadas de ataque.
Las jugadoras, organizadas en un esquema defensivo de 4-4-2, se mantienen juntas y achican distancias entre líneas. De este modo, las rivales disponen de menos tiempo y espacio. La presión se centra en la jugadora con balón o en la línea defensiva para propiciar recuperaciones rápidas y sacar ventaja de cualquier desequilibrio en las oponentes. La organización del equipo en fase defensiva dificulta a la selección rival trenzar jugadas de forma eficaz.
El rol de cada jugadora está perfectamente definido, y eso ayuda a mantener una estructura organizada, incluso cuando se produce alguna sustitución. Durante el Mundial, la RPD de Corea se ha mostrado muy cohesionada en su organización defensiva, y ha hecho gala de una férrea disciplina táctica. Las transiciones defensivas rápidas permiten recuperar el balón o neutralizar al rival sin dejar que ataque desde una posición cómoda.