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La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Marruecos 2025™ marca el comienzo de una nueva era en el fútbol femenino

FIFA, 15-10-2025

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La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Marruecos 2025™ presenta tres primicias históricas: es la primera edición que se celebra en un país africano, la primera en la que participan 24 selecciones y el primero de los cinco mundiales femeninos sub-17 que Marruecos organizará anualmente hasta 2029.

¿A qué se deben estos cambios? Hasta 2024, el torneo se celebraba cada dos años. Esa periodicidad bienal era adecuada para los países de las regiones del mundo que ya contaban con un calendario de competiciones consolidado. Las chicas de estos países podían participar de manera regular en competiciones de élite —tanto nacionales como en el ámbito de la confederación— durante sus años de formación, lo que las ayudaba a desarrollarse como jugadoras.

Por el contrario, en aquellas partes del mundo donde no existen estructuras futbolísticas tan avanzadas, participar en un torneo internacional de élite sub-17 es una de las pocas opciones que tienen las chicas de competir a ese nivel, y esta gran oportunidad solo se presentaba cada dos años. La falta de competiciones internacionales en estas regiones acentuó las desigualdades en cuanto a oportunidades de juego. La ampliación del número de selecciones y el aumento de la frecuencia de los torneos brindan a las jóvenes de todas las confederaciones la oportunidad de participar cada año en la fase de clasificación y la opción de jugar la fase final del Mundial.

Los cuatro expertos del Grupo de Estudio Técnico (GET) que analizarán el torneo de Marruecos cuentan con una amplia experiencia como entrenadores de élite tanto en el fútbol juvenil como en la categoría absoluta del fútbol internacional. Tres de los técnicos del GET han conquistado un trofeo internacional al frente de una selección. Antes de que el balón empiece a rodar en Rabat, les hemos formulado varias preguntas sobre su experiencia como entrenadores, así como sobre el nuevo formato de la competición y sus posibilidades de desarrollo.

Grupo de Estudio Técnico

El nuevo formato

Con el fin de convertir el torneo en un festival de fútbol, la mayoría de los partidos de la fase de grupos se disputarán en la Academia de Fútbol Mohammed VI. Muchos de esos encuentros se jugarán de forma simultánea. ¿Qué es lo que más le atrae de este nuevo formato?

Pascal Zuberbühler: «Me encanta esta idea. El hecho de concentrar tantos partidos en la magnífica Academia de Fútbol Mohammed VI nos hará vivir una gran fiesta del fútbol. Se puede percibir la energía cuando se celebran varios encuentros al mismo tiempo: distintos estilos, emociones diferentes... Y todo, en un mismo lugar».

«En mi opinión, también es importante crear lazos: jugadoras jóvenes de todo el mundo que compiten, comparten el mismo espacio y aprenden unas de otras. Esa es la verdadera belleza del fútbol: pasión, diversidad y unidad. El ambiente va a ser fantástico, una auténtica fiesta del fútbol femenino. Gracias a este formato, los miembros del Grupo de Estudio Técnico y del equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico podremos apreciar, desde un lugar único y privilegiado, toda la diversidad del fútbol femenino juvenil».

La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA™ se ha convertido en un torneo anual. Según su experiencia como entrenadora que ha visto a jóvenes futbolistas llegar a la categoría absoluta, ¿cómo influye el hecho de disputar un Mundial juvenil en la carrera profesional de una jugadora?

Clémentine Touré: «Participar en un Mundial juvenil prepara a las futbolistas para jugar con un mayor grado de intensidad, ritmo y rigor táctico. En estos torneos se enfrentan a distintos estilos de juego: europeo, asiático, africano y americano. Esto les permite reforzar su flexibilidad táctica y el conocimiento del juego, lo que favorece su madurez futbolística y las ayuda a mejorar la gestión del estrés y de la presión. Una competición de este tipo somete a las futbolistas jóvenes a la presión de los medios de comunicación, pero también les brinda la oportunidad de crear una red internacional de contactos. Las jugadoras comprenden las exigencias del fútbol de élite y adaptan sus hábitos de entrenamiento y estilo de vida en consecuencia (nutrición, supervisión médica, etc.)».

«La Copa Mundial es seguida de cerca por clubes profesionales, federaciones y ojeadores. Una buena actuación puede ser el trampolín para acceder a centros de entrenamiento en el extranjero, becas universitarias o clubes profesionales. Representar a tu país siendo tan joven te llena de orgullo y refuerza tu confianza y el sentido de pertenencia. Estas jugadoras suelen convertirse en líderes naturales de su generación. Muchas de ellas acabarán siendo importantes en la selección absoluta, ya que han sentido en primera persona la responsabilidad que conlleva vestir la camiseta nacional».

Una experiencia única

A menudo hablamos de los efectos que estas competiciones tienen en las jugadoras, pero ¿cómo influye un Mundial juvenil en una entrenadora y su forma de trabajar? ¿Podría favorecer la formación de más técnicos de primer nivel?

Mo Marley: «Participar en la fase final de estos torneos ofrece a los entrenadores muchísimas oportunidades de aprendizaje. Sin embargo, el verdadero valor de estas experiencias suele radicar en cómo se reflexiona sobre ellas durante la competición y después de ella».

«Creo que las reflexiones individuales y organizativas, tanto las personales como las que se hacen en el marco de una revisión general del equipo, pueden añadir valor a la formación del técnico. Se trata de escuchar a otras personas que han compartido la misma experiencia para poder analizarla desde otra perspectiva. El proceso de análisis posterior al torneo puede contribuir al futuro desarrollo de todos los miembros del equipo».

«La función del entrenador no se limita a la mera preparación táctica. En situaciones de máxima presión, como las finales, todo puede parecer desmesurado. Los mejores entrenadores son aquellos que guían a sus equipos de manera eficaz sin dejar de mantener la curiosidad y el afán de aprender».

Usted dirigió a la selección sub-17 de Japón y en 2014 ganó la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA™. ¿Cómo fue aquella experiencia para usted y para las jugadoras?

Asako Takakura: «Han pasado diez años desde aquel Mundial femenino sub-17, pero fue una experiencia maravillosa tanto para las jugadoras como para mí. Para las futbolistas jóvenes, competir al máximo nivel mundial supone un acontecimiento insustituible. La preparación para el torneo, el sentimiento de orgullo nacional, los nervios durante los partidos, la constatación de que los demás países son diferentes y juegan de manera distinta, el respeto por las demás... Todos estos aspectos son experiencias significativas que influirán enormemente en las futuras carreras deportivas de las chicas».

Usted también ha dirigido a las selecciones sub-20 y absoluta de Japón. ¿Hay algún aspecto, por ejemplo, una filosofía de juego nacional, que se empiece a implantar en la categoría sub-17? En caso afirmativo, ¿por qué cree que es importante?

Asako Takakura: «La filosofía y el estilo de la selección japonesa se empiezan a cultivar mucho antes de que las jugadoras lleguen a la categoría sub-17. Aunque no existe un único elemento determinante, se considera que mantener la coherencia a la hora de inculcar los principios fundamentales del juego, desde la infancia y a lo largo de todo el proceso de formación de las jugadoras, produce efectos positivos. Esta coherencia garantiza que la propia filosofía de cada futbolista se mantenga firme».

¿Cuáles son las prioridades de una entrenadora a la hora de trabajar con esta categoría de edad en torneos internacionales?

Mo Marley: «Trabajar con futbolistas jóvenes en competiciones internacionales plantea una serie de prioridades únicas. Estas jugadoras suelen estar al comienzo de su trayectoria y aspiran a convertirse en internacionales absolutas. Sin embargo, es posible que quieran llegar arriba muy rápidamente, sin valorar como es debido las etapas de su desarrollo. Es importante ayudarlas a comprender que las jugadoras a las que admiran han pasado por el mismo proceso: han tenido que madurar, vivir éxitos y fracasos, reflexionar mucho y profundizar en el autoconocimiento. Nuestra labor consiste en guiarlas y apoyarlas a lo largo de este trayecto, a ser posible con más oportunidades de jugar torneos en las categorías correspondientes».

Con la mirada puesta en Rabat

El año pasado, la RPD de Corea ganó los mundiales femeninos de las categorías sub-17 y sub-20. Usted estuvo al frente del GET en ambos torneos. ¿Qué hace que la selección norcoreana sea tan potente en estas categorías? ¿Cree que mantendrá ese nivel en Rabat?

Pascal Zuberbühler: «Lo que más llama la atención de la RPD de Corea es su increíble disciplina y mentalidad colectiva. Cada jugadora sabe exactamente cuál es su función: juegan para el equipo, no para su lucimiento personal. Ese marcado espíritu colectivo se percibe desde el primer minuto hasta el último».

«Técnicamente, son jugadoras muy buenas, pero lo que más me impresiona es su mentalidad. Nunca se rinden, pelean por cada balón y mantienen la concentración durante todo el partido. Su organización y disciplina son excepcionales, tanto en labores defensivas como en las transiciones».

«En categorías juveniles, esa combinación de estructura, convicción y unidad hace que sea muy difícil derrotarlas. Por eso, estoy convencido de que van a mantener ese nivel en Marruecos. Han demostrado al mundo que el éxito en estas categorías no depende de estrellas individuales, sino del trabajo colectivo».

Calendario de partidos

La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2025™ comienza el viernes 17 de octubre con el partido que disputarán Marruecos, la selección anfitriona, y Brasil en el Estadio Olímpico anexo al Complejo Deportivo Príncipe Moulay Abdellah.

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