Kirk describe el uso de la matriz como herramienta para detectar y trabajar el talento en edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Subraya que el comportamiento de los jugadores es un aspecto clave, y explica cómo se moldea a través de la propia dinámica de los entrenamientos. En estas categorías, donde no existe la figura del entrenador principal, cada técnico asume responsabilidades concretas en el desarrollo de los jugadores. Además, cada uno cuenta con su propia matriz individual de progreso.
Entre las principales líneas de trabajo de Kirk están:
-
Aplicar una matriz de detección del talento desarrollada y perfeccionada a lo largo de 15 años.
-
Garantizar que el programa del VfB se adapte a los distintos ritmos de evolución de los jugadores.
-
Coordinar un sistema de entrenadores organizado por grupos, en lugar del modelo tradicional de primer y segundo entrenador.
Ver la entrevista
Leer el resumen
Primera parte: la predicción del talento mediante una matriz
Kirk explica cómo funciona la matriz de detección del talento del VfB Stuttgart, una herramienta que el club ha perfeccionado a lo largo de más de 15 años. Se define un perfil individual de cada jugador basado en sus cualidades, que permite anticipar su evolución y proyectar su futuro futbolístico. La matriz también sirve para diseñar planes de desarrollo personalizados a largo plazo. Como en esas edades —entre los 10 y los 14 años— los jugadores cambian en gran medida, Kirk insiste en que muchos de los criterios tienen que ver con el comportamiento.
Segunda parte: los principios clave en la formación por edades
En esta sección, Kirk explica los pilares del plan formativo y cómo cambia la prioridad de los contenidos según la etapa. Aunque al principio se da más peso al aspecto técnico, el desarrollo lo marca el nivel del jugador, no su edad. Por eso, en los entrenamientos se mezclan a menudo distintas edades. Kirk habla también de la formación del carácter y de los retos constantes a los que se enfrentan los jugadores en cada sesión. Para él, entrenar bien consiste en estimular a los jugadores y aprovechar las oportunidades cuando aparecen.
Tercera parte: los programas de desarrollo según el nivel del jugador
Kirk explica los programas que se han diseñado para adaptarse a jugadores que avanzan a ritmos distintos. Habla de las sesiones de entrenamiento mixtas por edad, que tienen muy buena acogida y se adaptan a las necesidades de aprendizaje. También detalla cómo se articulan los programas de partidos y de entrenamiento, que funcionan en paralelo, y cómo se diseñan sesiones a medida para cada caso. Kirk afirma que prefiere este sistema frente al formato tradicional de liga, que —según él— se centra únicamente en el resultado. Para fomentar la competitividad, los jugadores se enfrentan a distintos formatos de juego, normas, rivales y tipos de competición. Por último, describe cómo se estructura una semana tipo de entrenamientos.
Cuarta parte: la estructura del sistema de entrenadores
En esta sección se describen las distintas funciones del cuerpo técnico. En lugar de un entrenador principal, el club apuesta por un grupo de entrenadores que asumen las responsabilidades. Kirk añade que cada uno de ellos cuenta con su propio plan de desarrollo, cuya evolución depende de su compromiso y responsabilidad personal.