#Trayectorias de jugadores

Sara Ortega y su ascenso al estrellato

Sara Ortega, 11-3-2025

FIFA
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Sara Ortega, jugadora del Athletic Club e internacional con la selección española femenina sub-23, reflexiona sobre sus inicios en el fútbol, la influencia decisiva de sus padres y entrenadores en su carrera y lo que se necesita para llegar a la élite.

Ortega, nacida en una familia de tradición futbolística, empezó a dar sus primeras patadas a un balón con tan solo cuatro años y enseguida quedó cautivada por la magia del juego. Pasaba cada recreo puliendo su técnica con sus compañeros de clase —todos niños— y pronto se convirtió en la estrella del equipo escolar. A los 14 años, el Athletic Club llamó a su puerta y, desde Logroño, la joven goleadora puso rumbo a Bilbao para perseguir su sueño. En esta entrevista en cuatro partes, Ortega repasa su trayectoria, desde sus inicios hasta su consolidación como estrella de la selección nacional. Destaca el apoyo recibido en el camino y la importancia del esfuerzo y la preparación adecuada.

También analizamos los distintos factores que han marcado su evolución, desde su entorno personal y social hasta las primeras experiencias que, de forma inesperada, terminaron guiando su destino.

Claves

  • Ortega encontró su inspiración para jugar al fútbol en su familia, que sigue siendo su mayor apoyo a día de hoy.

  • La constancia y la dedicación han dado sus frutos para esta joven promesa, que creció jugando al fútbol con chicos y compitiendo en judo.

  • Dotada de un talento técnico y táctico excepcional, la riojana complementa su juego con una disciplina impecable fuera del campo. El sacrificio ha sido un pilar fundamental en su camino hacia el éxito como futbolista profesional.

Ver la entrevista

1.ª parte: primeros pasos en el fútbol
2.ª parte: la transición al fútbol organizado
3.ª parte: estilos de juego y otros deportes
4.ª parte: figuras inspiradoras y el camino hacia el profesionalismo

Leer el resumen

1.ª parte: primeros pasos en el fútbol
Ortega recuerda cómo comenzó su idilio con el fútbol a los cuatro años. Criada en una familia de futbolistas —sus tíos jugaron en la primera división española y su padre militó en varios clubes de La Rioja—, su pasión por el fútbol surgió de forma natural. Lejos de amilanarse por ser la única niña entre los niños, pasaba cada momento libre dándole patadas a un balón. Desde el principio, contó con el apoyo incondicional de su familia. Cuando dijo en casa que quería jugar al fútbol, su padre la llevó a probar en un equipo local y le aseguró que la respaldaría si realmente era lo que deseaba. Ortega pronto se dio cuenta de que el fútbol era su verdadera pasión, aunque disfrutaba más jugando con sus amigos del colegio. Sus padres no lo dudaron y la inscribieron en el equipo escolar.

2.ª parte: la transición al fútbol organizado
Como muchos niños, Ortega creció jugando al fútbol en el patio del colegio, sin reglas y con la diversión como único objetivo. Está convencida de que haber jugado principalmente con chicos aceleró enormemente su desarrollo. En aquellos años, lo hacía por pura pasión, sin imaginar que algún día llegaría a representar a su país. Cuando la fichó el Athletic Club, se encontró con un nivel de exigencia similar al que había experimentado al competir con chicos, pero con la diferencia de que ahora formaba parte de una liga organizada. Está profundamente agradecida al equipo bilbaíno por la oportunidad que le brindó a los 14 años. La riojana recuerda con cariño el apoyo incondicional que recibió desde el primer día y aún se sorprende del compromiso de quienes trabajaban en el club para que pudiera sentirse feliz y dedicarse por completo a su gran pasión.

3.ª parte: estilos de juego y otros deportes
Ortega reconoce la fortuna de haber contado en sus inicios con dos entrenadores que fomentaban un estilo de juego basado en la posesión del balón. Más adelante, encontraría esa misma filosofía en los entrenamientos del Athletic Club en Lezama, donde se da especial importancia a la calidad del primer toque y a la combinación con las compañeras. No obstante, Ortega destaca que el fútbol moderno no se limita al juego asociativo, sino que las transiciones han cobrado un papel cada vez más relevante. Durante su infancia, compaginó el fútbol con el judo. Aunque disfrutaba de ambos deportes, cuando los compromisos empezaron a solaparse, pronto tomó la decisión de dejar el judo y centrarse en el fútbol. La delantera asegura que no se arrepiente de su elección, pero valora haber tenido la oportunidad de competir tanto en un deporte individual como en uno de equipo. 

4.ª parte: figuras inspiradoras y el camino hacia el profesionalismo
La campeona de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA India 2022™ concluye la entrevista reflexionando sobre su transición al fútbol profesional y las personas que la inspiraron en su camino. A medida que ascendía con Las Leonas, Ortega empezó a notar cambios en la rutina fuera del terreno de juego, como la exigencia de pasar tiempo en el gimnasio antes y después de los entrenamientos. Cuando dio el salto al primer equipo del Athletic Club, aspectos como la nutrición, el descanso y los sacrificios adquirieron un papel fundamental en su vida. Es consciente de que ser futbolista implica, en ocasiones, perderse momentos con la familia y los amigos, pero considera que es un precio que vale la pena pagar. En cuanto a sus referentes, Ortega menciona a su padre, que siempre la animó a disfrutar del juego; a sus dos primeros entrenadores, que le inculcaron una gran ética de trabajo; y a su actual entrenadora en el Athletic Club, Iraia Iturregi, que confió en ella y le dio la oportunidad de debutar tanto en el filial como en el primer equipo.

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