Arsène Wenger, director de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA desde noviembre de 2019, participó en el Congreso Internacional de Entrenadores organizado por la Bund Deutscher Fußball-Lehrer e.V. (BDFL) en Friburgo, del 23 al 25 de mayo.
La BDFL, asociación profesional alemana de entrenadores con licencia UEFA A y UEFA Pro y de instructores de fútbol, deseaba aprovechar la amplia experiencia del francés, así como la de Ulf Schott, jefe de Programas de Alto Rendimiento de la FIFA.
Ambos presentaron la nueva política de la FIFA sobre la promoción del talento y el fútbol de élite, y explicaron el deseo del organismo rector del fútbol mundial de mejorar la competitividad de las selecciones nacionales mediante la reducción de la brecha entre las grandes potencias del deporte y los países con menos recursos para desarrollar la disciplina.
Europa y el resto del mundo
Wenger hizo especial hincapié en la necesidad de detectar y desarrollar a los jóvenes talentos. «La detección del talento no funciona todo lo bien que debería», afirmó el exentrenador del Arsenal y del Mónaco, entre otros clubes. «Estamos pasando por alto mucho talento porque no llegamos a identificarlo», insistió con relación a los fallos en el sistema de detección en algunas regiones del mundo.
«Kylian Mbappé tiene raíces africanas, pero se formó en Europa», añadió Wenger, tomando como ejemplo al delantero francés de origen argelino y camerunés para ilustrar sus palabras. «Si hubiese nacido en Camerún, no se habría convertido en el delantero que es hoy. Está Europa y, luego, el resto del mundo. Y el resto del mundo necesita ayuda; de lo contrario, vamos a pasar por alto mucho talento».
Si el primer paso es descubrir el talento, resulta lógico que el segundo sea formarlo. Este es el motivo por el que Wenger y su equipo se han fijado el objetivo de mejorar la calidad general de los entrenadores. Sin embargo, para formar correctamente a los jugadores jóvenes, también es necesario hacer lo propio con sus formadores. «Entre los cinco y los doce años, es mejor no tener entrenador que tener uno malo», declaró el experto técnico francés, quien reconoció que no tuvo entrenador hasta los 19 años. «Debemos formar mejor a los entrenadores para que puedan hacer bien su trabajo», insistió.
Ayudar a todos los países a alcanzar su potencial
Entre las iniciativas de desarrollo mundial del fútbol que ha puesto en marcha la FIFA está la creación de su Centro de Capacitación, que constituye una herramienta valiosísima para la formación de entrenadores. Los formadores pueden beneficiarse de un volumen ingente de información técnica, análisis y recursos diseñados por renombrados expertos y entrenadores.
A través de esta política de detección y desarrollo del talento, de los jugadores y de sus entrenadores en todo el mundo, Wenger espera que se reduzca la brecha existente entre las diferentes regiones en términos de desarrollo, como ilustra la hegemonía que ejercen actualmente los países europeos y sudamericanos en el fútbol mundial. Con un mayor desarrollo de las condiciones y estructuras necesarias para la expansión del fútbol de élite, la FIFA aspira a ayudar a todos los países a alcanzar su máximo potencial.