Lara Dickenmann habla de su récord internacional con Suiza

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¿Por qué el fútbol?
El fútbol está muy arraigado en la familia de Lara. Tanto su padre como su hermano son futbolistas. Su padre jugó al fútbol profesional en Suiza durante la década de 1970. Por otra parte, su madre jugaba al balonmano y hubiese querido que Lara siguiera sus pasos, pero cuando tocó su primer balón tuvo claro que su deporte era el fútbol.

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Lara comenzó en un equipo masculino
Cuando empezó a jugar al fútbol en su club local, el SC Kriens, no había equipo femenino, así que tuvo que jugar con los chicos. Recuerda aquellos días con sentimientos encontrados. Por una parte, se muestra agradecida por haber jugado allí, ya que la experiencia influyó positivamente en su desarrollo como futbolista. Por la otra, hubo momentos en los que sintió que no formaba parte del equipo.

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¿Las chicas tienen que jugar en equipos de chicas o de chicos?
Lara cree que todo depende del contexto. Existen distintos factores a tener en cuenta, como por ejemplo la calidad de los equipos en cuestión, si la futbolista tendrá la oportunidad de jugar en la posición que más le gusta o el entorno que prefiera.

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Debut en un equipo femenino a los 14 años
Con tan solo 14 años, Lara dio el paso a la categoría absoluta. Ese periodo fue uno de los mejores de su carrera. Recuerda cómo sus compañeras mayores, algunas de las cuales tenían más de treinta años, la tutelaban y le daban consejos.

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Aspectos principales de la transición del fútbol juvenil al absoluto
Para Lara, tienen que pasar cuatro cosas para que una futbolista joven llegue a la categoría absoluta. Primera, debe continuar con su educación además de jugar al fútbol. Segunda, es necesario monitorizar la carga mental y física de la jugadora. Tercera, la comunicación entre el club, la futbolista y sus padres debe ser clara. Y, por último, pero no menos importante, hay que darle la oportunidad de jugar en competición oficial.

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¿Por qué eligió el fútbol universitario siendo internacional con Suiza?
Cuando Lara tenía 16 años, el panorama del fútbol femenino era muy distinto al actual. Las oportunidades de jugar a nivel profesional en Europa eran escasas, mientras que el fútbol femenino tenía mucha tradición en EE. UU. Además, estaba decidida a continuar con su educación y quería lograr un título universitario. Irse a vivir allí fue la mejor opción en aquel momento, porque le ayudó a desarrollar su carrera futbolística, completar su formación y desarrollarse como persona. A día de hoy, aún recomienda a las futbolistas jóvenes que sigan ese camino.

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La mentalidad deportiva estadounidense
Lara se quedó impresionada al darse cuenta de la importancia que tiene el deporte universitario para el público estadounidense. Recuerda haber jugado al otro extremo del país con el equipo de su universidad, Ohio State, y haber visto aficionados que se desplazaban con su equipo. En EE. UU., lo que cuenta no es el deporte que practicas, sino la universidad a la que representas. Aún sigue pensando que la fuerza de la afiliación universitaria en ese país no tiene parangón en ningún otro lugar.

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Cualidades futbolísticas
«Versatilidad» es la palabra que emplea la propia Lara para describir sus cualidades sobre el campo. Su buena técnica individual con ambas piernas le permitió jugar en distintas posiciones. A lo largo de su carrera, demostró ser capaz de adaptarse a una gran variedad de estilos de juego. Esta versatilidad le ayudó también fuera de la cancha, puesto que su carrera la llevó por distintos países y tuvo que adaptarse a nuevas culturas.

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¿En qué posición se encontraba más cómoda y por qué?
Lara explica que su demarcación favorita era la de interior derecha en un esquema 3-5-2. Se sentía a gusto con la versatilidad que exigía jugar en esa posición y dominaba sus distintos aspectos tácticos, como participar en la construcción de la jugada, tener mentalidad ofensiva y olfato goleador, además de generar ocasiones para sus compañeras.

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Los requisitos para jugar en el centro del campo y en las bandas
Buena parte de las cualidades necesarias para marcar la diferencia en el centro del campo son psicológicas. Para jugar de mediocentro, hay que saber leer muy bien el juego, identificar los espacios y anticiparse a la jugada. Por contra, jugar en banda es muy exigente desde el punto de vista físico. Para jugar en esas posiciones, hay que tener mucha velocidad y agilidad, ser capaz de recuperar rápidamente en defensa y, a ser posible, dominar ambas piernas. Al mismo tiempo, jugar en banda requiere mucha conciencia táctica. Aunque, por supuesto, hay que saber leer el juego sea cual sea la posición que se ocupe sobre el campo.

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Lara y su capacidad goleadora desde distintas posiciones
Dickenmann jugó de mediapunta con la selección suiza y eso, naturalmente, significó estar muy cerca de la portería rival. En el Lyon también desempeñaba esa misma función con frecuencia, aunque en otras ocasiones jugaba más pegada a la línea de cal. Lara insiste en que la calidad de los pases que recibía de sus compañeras en el Lyon resultó fundamental para que marcase goles durante este periodo de su carrera.

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La mezcla entre talento y trabajo
Los padres de Lara le inculcaron desde pequeña que, para triunfar, no bastaba con el talento. La criaron para ser una luchadora, para tratar de lograr siempre el mayor rendimiento posible y para esforzarse por alcanzar la perfección. Estas cualidades cimentaron su carrera en el fútbol profesional, pero, como comenta la propia Lara, fue a su llegada a EE. UU. cuando se dio cuenta de lo que significaba realmente la palabra «esfuerzo». Allí, trabajar hasta el límite de su resistencia llegó a formar parte de su rutina diaria.

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Llegada aLyon en 2009
Como su fichaje se produjo fuera del periodo de transferencias, los primeros meses de Lara en el Lyon fueron difíciles. Tan solo dos futbolistas fichadas fuera de dicho periodo podían estar en la plantilla del primer equipo. Por desgracia para Lara, el Lyon había incorporado a tres y fue ella quien se quedó fuera. No tuvo más opción que jugar con el segundo equipo. Sin embargo, esa experiencia le resultó muy útil para más adelante, ya que aprendió a tener paciencia, mostrar valor y determinación, y permanecer centrada.

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Desarrollo como futbolista en Lyon
Lara destaca tres factores como influencias positivas en su desarrollo como futbolista en las filas del Lyon: la oportunidad de aprender de sus compañeras en los entrenamientos, la inteligencia táctica que adquirió jugando con distintos sistemas y la exigencia que supuso jugar en distintas posiciones. Este último aspecto fue especialmente significativo, ya que cada cambio de posición suponía una experiencia de aprendizaje totalmente nueva.

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El final de su carrera como futbolista
Hacia el ocaso de su carrera, Lara continuó formándose y obtuvo un máster en febrero de 2021. Sus últimos años sobre los terrenos de juego fueron especialmente difíciles, porque la falta de minutos no le permitió aportar al equipo tanto como le hubiese gustado. La voluntad de resarcirse influyó en su decisión de aceptar su puesto actual en el Grasshopper Club de Zúrich, donde por fin puede volver a darlo todo.