Atacar en los saques de esquina: encontrar al jugador objetivo y bloquear a los marcadores individuales

Cuando un equipo tiene la fortuna de contar con un jugador alto que domina los balones aéreos, este puede ser una excelente arma ofensiva en los saques de esquina. Sin embargo, en cuanto el rival lo perciba como una amenaza, es probable que ordene a su mejor defensor marcarlo al hombre. En esta situación, el equipo atacante puede tratar de generar distintos patrones de movimiento que permitan al jugador objetivo zafarse de su marcador y adentrarse en la zona donde está previsto que llegue el balón. Para lograrlo, los compañeros suelen centrar sus esfuerzos en liberar a dicho jugador más que en marcar gol ellos mismos.

Los dos primeros vídeos de este artículo pertenecen al partido de la fase de grupos que enfrentó a Inglaterra con la RI de Irán. En el primero de ellos (y como se aprecia en la captura superior), la selección inglesa inicia la acción con seis atacantes en el área penal. Maguire (6) es el jugador que parte desde más lejos de la portería y es objeto de un marcaje al hombre. En las inmediaciones hay otros dos futbolistas ingleses, uno de los cuales tiene la tarea de cerrar el paso hacia la portería al marcador de Maguire. Los dos jugadores situados en el borde del área pequeña parten de la zona donde está previsto que llegue el envío. Su cometido es arrastrar consigo a sus marcadores para liberar este espacio. Mientras tanto, Maguire y su compañero hacen todo lo posible por liberar al primero de su marcador. El central inglés acaba conectando con el balón, pero en esta ocasión su remate se estrella en el larguero.

En el segundo vídeo, Maguire permanece cerca de su posición inicial (de nuevo, como jugador inglés más alejado de la portería), mientras sus compañeros fintan para que solo deba preocuparse de un marcador. El central gana de cabeza el primer balón, y la pelota le cae a Bukayo Saka (17), quien logra marcar sin oposición tras haberse deshecho también de su marcador.

En el tercer vídeo, tomado del partido de cuartos de final frente a Francia, se ve de nuevo a Maguire acompañado de otro jugador inglés cerca del borde del área penal. Como Maguire se encuentra muy lejos de la portería, su marcador tiene problemas para acorralarlo. Esto permite al inglés desmarcarse en el segundo palo y llegar primero al balón.

El recurso de usar a Maguire como principal destinatario de los saques de esquina resultó sumamente efectivo para su equipo durante el torneo. Inglaterra fue la selección con el segundo mayor porcentaje de primeros contactos ganados en estos envíos (64 %) y la tercera con más remates a puerta generados en la primera fase de estas acciones, con un total de siete.